Guatemala declara la guerra a delincuentes

Guatemala declara la guerra a delincuentes

GUATEMALA (EFE).- Unos 4.000 policías y soldados salieron ayer a las calles de la capital guatemalteca para participar en la «Cruzada contra la Violencia», que pretende disminuir la imparable ola de criminalidad que afecta al país.

   «Los instruyo para que con dedicación y mística vayan a resguardar la seguridad de los guatemaltecos. Para ello tendrán mi apoyo incondicional», manifestó hoy el presidente de la república, Oscar Berger, a los miembros de las fuerzas de seguridad que participan en esta ofensiva contra la violencia.

   El viceministro guatemalteco de Gobernación, Juan Carlos Villacorta, dijo a EFE que la «fuerza de tarea» que participa en este plan de seguridad está integrada por 2.376 agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) y 1.632 soldados del Ejército.

   «Los miembros de las Fuerzas Armadas que colaboran en este plan estarán bajo la subordinación de los jefes de la PNC, y sólo darán apoyo a los agentes», explicó el funcionario.

   Desde la Plaza de la Constitución, en el centro histórico de la ciudad, donde fueron concentrados los policías y soldados, y tras recibir instrucciones de parte del presidente Berger y el ministro de Gobernación, Carlos Vielman, los agentes y soldados partieron hacia 24 «zonas rojas» de la capital.

   En estos lugares, en su mayoría ubicados en las periferias y barrios populares pobres, aseguró Villacorta, es donde se han registrado la mayor cantidad de hechos de violencia en los últimos meses.

   Para realizar sus labores, las fuerzas de seguridad contarán con el apoyo de 72 viejos auto-patrullas y 174 motocicletas, así como con «equipos de comunicaciones y armas» adecuadas, los cuales según Berger se mejoraran en las próximas semanas.

   El mandatario destacó que «nunca en la historia del país ha habido una concentración de más de 4.000 elementos para darle seguridad a las áreas complicadas».

   Sin embargo, aclaró que no se deben esperar resultados de inmediato.

   «No esperamos eliminar la delincuencia, no es posible. En una población de 12 millones de habitantes, con tantas necesidades y carencias, con una cultura violenta (…) hay un desequilibrio mental y social», señaló el mandatario.

   El gobernante también reconoció que las cárceles del país «no están preparadas» para recibir a los delincuentes que puedan ser detenidos por las fuerzas de seguridad como resultado de ese plan, pero aseguró que «se destinarán recursos» para modernizar los centros de detención.

   La «Cruzada contra la Violencia», anotó Berger, se mantendrá hasta que se supere la crisis de inseguridad que padece este país centroamericano, en donde, según estadísticas oficiales, fueron asesinadas de forma violenta unas 3.219 personas durante el primer semestre de 2004.

   Mientras las «fuerzas de tarea» partían hacía las «zonas rojas», los cuerpos de socorro reportaban el asesinato a tiros de un hombre no identificado, en la periferia al sur de la capital, y el asalto de dos agencias bancarias.

 

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