GUATEMALA (AFP).- Miles de guatemaltecos recorrieron ayer las calles de la capital para exigir la captura de militares y civiles acusados de genocidio, tras el fallo judicial que dejó sin efecto una orden de detención contra el ex dictador Oscar Mejía. Mejía y otros militares son reclamados en extradición por la Audiencia Nacional española, por los delitos de terrorismo de Estado, secuestro y tortura.

“Estamos alzando nuestras voces para exigir justicia contra todos los implicados en el genocidio del que fuimos víctimas durante la guerra interna y del que afortunadamente algunos logramos sobrevivir, pero hubo algunos familiares y amigos que no lo lograron”, afirmó uno de los manifestantes que prefirió el anonimato.

La reacción de los ciudadanos se dio tras conocerse la decisión de un tribunal guatemalteco de dejar sin efecto provisionalmente la orden de aprehensión solicitada por la Audiencia Nacional Española en contra del ex dictador Mejía, quien alegó no ejercer cargos públicos durante la quema de la Embajada de España, ocurrida en 1980.

Aunque la marcha en principio había sido organizada para reclamar que se agilice el pago de resarcimiento a las víctimas del conflicto armado que vivió Guatemala entre 1960 y 1996, las manifestantes aprovecharon la ocasión para manifestar su descontento por el fallo judicial.

“El caso es que en Guatemala se está malinterpretando el proceso, pues únicamente tratan el asesinato de los sacerdotes españoles y la quema de la Embajada de España, pero el mismo está enmarcado por delitos de genocidio durante la guerra”, explicó el activista humanitario Miguel Ángel Alvizurez.