Guerra de acusaciones en la campaña de Perú

Guerra de acusaciones en la campaña de Perú

LIMA (AFP).- La última semana de campaña electoral en Perú se ha cargado de insultos, acusaciones y enfrentamientos entre seguidores de los candidatos Alan García y Ollanta Humala, en un clima polarizado que preocupa al gobierno por los desbordes de violencia que se puedan generar tras el balotaje del domingo.

La apatía que se vivió hasta comienzos de la semana pasada en la campaña electoral ha dado paso a un ambiente de intolerancia al que los dos candidatos contribuyen repartiéndose agravios, recriminaciones y acusaciones.

A cinco días de las elecciones el ex presidente García aparece como favorito para derrotar al nacionalista Humala. Las encuestas -que en esta última semana tienen prohibida su difusión en Perú- le dan una ventaja de ocho a veinte puntos, aunque el domingo la independiente Apoyo realizó un simulacro de votación que recortó esa ventaja a sólo cuatro puntos.

En medio de sus giras de campaña, los dos candidatos se lanzan munición gruesa: García se refirió a Humala como un “achorado” (matón) y “paranoico”, mientras que éste último lo calificó de “sinvergüenza” y de querer llegar a la presidencia “para seguir robando”.

Dentro de su táctica de acusaciones, el entorno de Humala denunció a García de haber hecho un pacto con el ex presidente Alberto Fujimori, quien está en Chile a la espera de que se decida si es extraditado a Perú para responder por cargos de corrupción y violación a los derechos humanos.

Esta acusación fue rotundamente desmentida tanto por García como por el entorno de Fujimori.

En cambio García siguió insistiendo en los lazos de Humala con el presidente venezolano, Hugo Chávez, algo que le ha dado buenos réditos. Chávez ha apoyado sin reservas a Humala y ha dicho en dos ocasiones que romperá relaciones con Perú si García gana la elección.

Este martes García dijo que Chávez “quiere erigirse como el supremo dictador de América Latina, pero aquí no entra Chávez, ni su modelo ni su plata y vamos a responderle de manera contundente en las elecciones del domingo a este sátrapa”.

Dijo además que sintió vergüenza de haber visto en televisión a Chávez tratando como un niño al presidente boliviano Evo Morales en su reciente visita a Bolivia.

“Ojalá la televisión repita esa escena en que el mandatario venezolano, como una maestra de escuela, enseña a Evo Morales qué es lo que tiene que hacer, y eso quiere hacer aquí con el candidato Ollanta Humala”, dijo García.

La preocupación del gobierno del presidente Alejandro Toledo es que ese ambiente que parece degradarse de hora en hora pueda explotar en un gran episodio de violencia el día de la elección o en días posteriores.

Este riesgo parece mayor si se tiene en cuenta que Humala ha señalado que se prepara un fraude en su contra.

Adicionalmente, la campaña de García señaló que Venezuela estaría enviando agitadores profesionales para enturbiar la campaña, una acusación que llevó al ministro de Defensa, Marciano Rengifo, a indicar que se investigaría el tema.

Mientras tanto Toledo garantizó la seguridad en el proceso electoral. “Estamos tomando todas las precauciones”, señaló tras un Consejo de Defensa Nacional convocado el lunes para tratar el tema de la seguridad en los comicios.

El sábado Toledo dijo haber recibido información de que se estaba preparando un “alboroto pagado” (agitadores profesionales) para el día de la elección, el 4 de junio.

Sobre este punto el ministro Rengifo indicó que existe “una preocupación de que un resultado estrecho podría generar una serie de protestas”.

“En general toda segunda vuelta es cerrada y no hay mucha diferencia entre uno y otro candidato, y eso hace que se polarice la campaña”, estima el analista Santiago Pedraglio, quien conminó a los candidatos a corroborar las denuncias que hacen, recomendación que extiende a los medios de comunicación.

Unos 52.000 efectivos de policía y ejército están llamados a garantizar la seguridad el domingo de elecciones.

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