Guerra de audiencias EU

<p>Guerra de audiencias EU</p>

Washington (EFE).- Desde que desaparecieron los últimos “tres grandes” presentadores de la televisión de EEUU, los informativos nocturnos viven constantes sacudidas, que en los últimos días han provocado dimisiones de alto nivel en una pugna por el liderazgo.

 Las aguas están revueltas y el tradicional liderazgo de NBC en los espacios nocturnos se ha visto amenazado, por primera vez en una década, por su rival ABC, que se situó a la cabeza en las últimas semanas con 9,5 millones de espectadores de media, 180.000 más que los que consiguió “Nightly News”, según los datos de la consultora Nielsen Media Research.  Las cifras costaron “la cabeza” a John Reiss, el productor ejecutivo de “Nightly News”, que dimitió la semana pasada y ha sido sustituido por Alexandra Wallace, una ejecutiva de 41 años que tratará de volver a colocar a NBC en la cabeza del pelotón.

 La turbulencia, sin parangón en la historia reciente de la televisión, según el diario The New York Times, es fruto de la renovación generacional de los dos últimos años con la jubilación de Tom Brokaw (NBC), la salida forzosa de Dan Rather (CBS) y la muerte de Peter Jennings (ABC).

   La transición hizo que las tres grandes cadenas en abierto (NBC, ABC y CBS) pusiesen al frente de los informativos a rostros más jóvenes y aprovechasen la oportunidad para hacer cambios en un formato rígido y serio.

   La más osada, y la que peor parada ha salido por el momento, es CBS, que lo apostó todo con el fichaje de Katie Couric, una estrella de la tele matinal cuyo debut hace ahora seis meses hizo correr ríos de tinta y que ha optado por un estilo ligero que no acaba de cuajar.

   Couric, que se estrenó con un informal “hola a todos” durante su primera noche en el aire, ha incluido en su programa más reportajes que la competencia y espacios fijos como “American Spirit”, que muestra cómo personajes individuales hacen frente a problemas relevantes como las negligencias médicas o los desafíos del sistema educativo.

   Su fórmula, en la que la cadena dice tener fe, la ha colocado en un distante tercer lugar.

   NBC, con Brian Williams al frente, ha optado también por dar un toque más personal a su informativo: el conocido presentador incluyó recientemente un perfil de su padre de 89 años en una serie que examina los problemas que afrontan las estrellas de la cadena a la hora de cuidar a sus envejecidos progenitores.

   Pero Williams parece incapaz de mantenerse en el puesto número uno, que ha ido a parar a manos de Charles Gibson, el presentador de “World News”, de ABC, y que, a unos días de cumplir los 64 años, es el más veterano de los tres en liza

   Su estilo más formal y su mayor edad parece demostrar que los espectadores se resisten al cambio y prefieren apostar por lo que más recuerda a las viejas glorias ya fuera de pantalla.

   El éxito de Gibson con la envejecida audiencia de los noticieros -la edad media de los telespectadores de los informativos nocturnos ronda los 60 años- plantea un problema al que las cadenas todavía no han encontrado solución: cómo atraer a las nuevas generaciones.

   Para seducir al escurridizo público joven, las cadenas han impulsado iniciativas como ofrecer un adelanto en internet del contenido de los noticieros o el lanzamiento de bitácoras en los que los presentadores ofrecen su opinión sobre temas de actualidad.

   El éxito de YouTube y la consiguiente explosión del vídeo en la web ha hecho, además, que muchas series de televisión estén ahora disponibles en la web.

   Esa creciente oferta de contenido en la Red ha dado lugar a lo que Aaron Barnhart, comentarista del diario Kansas City Star, describe como “una nueva forma de ver la tele”, en la que el espectador, transformado en “navegante”, decide cuándo ver un programa, en lugar de tener que ajustarse a un horario prefijado.

   Los analistas apuntan que los informativos podrían seguir un camino similar, lo que, de materializarse, provocaría un aumento del tráfico en la Red.

   Por el momento, de todos modos, y pese a la ofensiva en el frente virtual, las cadenas concentran sus esfuerzos en los informativos tradicionales, que todavía atraen cada noche a una audiencia conjunta de unos veinticinco millones de espectadores y cosecharán este año unos quinientos millones de dólares en publicidad.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas