Guerra de Irak genera impacto igual a Vietnam

Guerra de Irak genera impacto igual a Vietnam

Washington (EFE).- La actitud de los estadounidenses respecto a la guerra de Irak empieza a ser muy similar a la que tuvieron con Vietnam, según un sondeo que indica que la mayoría quiere que las tropas de EEUU vuelvan a casa en un año. El sondeo, elaborado para el periódico «USA Today» y la cadena de televisión CNN, pone de manifiesto que el 54 por ciento de los ciudadanos considera que el Gobierno ha cometido un error al enviar tropas a Irak, frente al 45 por ciento que cree que hizo lo que debía.

   En la primavera de 1970, en plena guerra de Vietnam, la respuesta de los ciudadanos a una pregunta equivalente fue casi idéntica: el 56 por ciento consideraba un error haber enviado soldados a ese país, mientras que el 36 por ciento opinaba que era una política acertada.

   Más de la mitad de los encuestados este fin de semana opinaba que los soldados estadounidenses, que ascienden a unos 160.000 en el país árabe, deben de abandonar Irak en los próximos 12 meses.

   En 1970, la mitad de los estadounidenses consideraban que sus militares debían regresar en el plazo de un año a casa. Ahora, las actitudes son similares, aunque las circunstancias son bien diferentes.

   La guerra en Irak no ha durado aún tanto como la de Vietnam y no ha generado las ingentes manifestaciones que con regularidad llenaban las calles de las ciudades estadounidenses.

   Pero si 1970 fue un año lleno de problemas internos en el país, 2005 lleva camino de ser el más problemático para el presidente de EEUU, George W. Bush, cuya popularidad se encuentra en los niveles más bajos de su mandato.

   La creciente oposición a la guerra en Irak, y la presentación de cargos contra uno de los altos funcionarios de la Casa Blanca en un caso relacionado, precisamente, con las pruebas manejadas para decidir la guerra, son dos de los factores que han llevado a la baja la aceptación del presidente entre los ciudadanos.

   El Senado proporcionó el martes un revés a la política de la Casa Blanca en Irak al aprobar una moción que presiona para acelerar la transición en el país árabe y conseguir así la vuelta a casa más rápida de los militares estadounidenses.

   La moción prevé también que el gobernante dé una explicación clara sobre su estrategia en Irak y que las autoridades presenten informes trimestrales sobre la marcha de la guerra.

   En declaraciones a la prensa, el senador republicano Chuck Hagel opinó que el paso de esa resolución representa un hito en esta guerra.

   En el futuro, opinó, «la gente echará la vista atrás y dirá que este fue el momento en que se dio un giro», el momento en que el Congreso empezó a presionar al Gobierno para un plan de salida del país árabe.

   Según declaró al periódico «USA Today» el historiador George Herring, de la Universidad de Kentucky y especialista en la guerra de Vietnam, «hay un deseo cada vez mayor de salir de Irak pase lo que pase».

   «Es lo mismo que empezó a pasar en Vietnam tras la caída de 1967», cuando los militares estadounidenses aseguraban que la victoria se tocaba con la punta de los dedos, sólo para que a principios de 1968 se diera la ofensiva del Tet y el comienzo de la recuperación norvietnamita.

   Ante las crecientes críticas, el presidente estadounidense se ha visto obligado a lanzar una campaña en defensa de su gestión de la guerra.

   Bush ha calificado a los demócratas de «irresponsables» y de querer «reescribir» la historia, al recordar que muchos de quienes ahora le critican en octubre de 2002 votaran a favor de la guerra contra Irak.

   Los demócratas replican que el gobierno estadounidense exageró los datos de los servicios de información para justificar la necesidad de la invasión estadounidense.

   El presidente estadounidense ha reiterado que no se manipularon esos datos y que los congresistas tuvieron acceso a la misma documentación, ni más ni menos, que la Casa Blanca.

   En una rueda de prensa en el Pentágono, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, admitió el martes que buena parte de los ciudadanos quiere saber cuándo regresarán las tropas, pero advirtió de que la retirada prematura sería un costoso error.

   «Debemos tener cuidado de no darle a los terroristas la falsa esperanza de que si siguen así el tiempo suficiente se nos impondrán», afirmó el secretario de Defensa.

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