Guerra de liberación en Irak

Guerra de liberación en Irak

A partir de la semana próxima, voy a tratar, en tres artículos, todo lo relacionado a las proyectadas elecciones del 16 de mayo. ¡Ocupémosno ahora de Irak, Venezuela y Cuba, y la situación en que queda la política norteamericana después de los últimos acontecimientos!

El hecho de que el señor Kerry, el casi seguro nuevo presidente de los Estados Unidos, ratifique la política del gobierno de los Estados Unidos en Irak, planteando la necesidad de incrementar la presencia militar, confirma lo que hemos venido planteando, en el sentido de que la guerra contra Irak es una política del partido del capital en los Estados Unidos (demócratas y republicanos) y de la clase dominante:

La contención de China y Corea, el rearmamento de Japón, y la disuasión de los «países industrializados avanzados (léase Europa y Japón, F.D.) de cualquier tentativa de desafiar nuestro liderazgo o de modificar el orden político y económico establecido» (Wolfowitz), constituye el eje fundamental de la estrategia de los círculos de poder de los Estados Unidos. Asimismo, incrementar el cerco contra Rusia.

¡Irak y Arabia Saudita deben doblegarse ante las necesidades de la estrategia norteamericana! ¡Nada de acercar el petróleo al Euro! ¡Nada de coqueteos con las otras dos potencias de la Triada! (Japón + Europa). ¡La actitud ante el genocida Sharon y su política criminal en el cercano oriente, es parte de este tinglado! ¡También las amenazas contra Siria!

Pero en Irak se esta gestando una guerra popular de liberación que empantanara la estrategia norteamericana. Chiítas y Sunitas combaten juntos, como hermanos, levantando la consigna de «fuera el invasor». Los muertos norteamericanos pasan de los seiscientos. Millares de heridos. Y los ejércitos y los gobiernos que sirven la política yanqui están siendo golpeados, donde más le duele. Los iraquíes desarrollan la estrategia de cortarle los dedos, uno a uno, al invasor, en la persona de sus aliados, incluyendo a los ciudadanos iraquíes que integran la llamada policía y ejército local. Todos están siendo brutalmente golpeados. Lo último ha sido, que el batallón de iraquíes, entrenados y armados por los yanquis, se opone a pelear contra sus hermanos.

¡Un verdadero tollo para la estrategia yanqui! Pero el apoyo de Kerry a la política de guerra demuestra que estamos ante una estrategia del imperio, donde las fisuras son tan solo de forma.

Piensen en un capitalismo que ha llegado a un nivel de expansión, y a una polarización (riqueza vs. pobreza) de tal magnitud, que la inmensa masa de dinero acumulado por el gran capital no encuentra nichos productivos donde invertirse y entonces apelan a la especulación y a la guerra. Piensen en unos Estados Unidos que necesitan que todos los demás países del mundo financien su descomunal déficit, con la entrada neta a los EE.UU. de casi tres mil millones de dólares diarios. Piensen en unos Estados Unidos que necesitan imponer TLCs e imponer las contra- «reformas» que han hipotecado la Soberanía y el futuro de estos países dirigidos por políticos y clases gobernantes serviles, sin ningún ápice de dignidad y decoro. ¡Piensen en todo esto, incluyendo la guerra de liberación en Irak, y podrán avizorar la convocatoria y los desafíos que nos impone el ser ciudadanos y ciudadanas de este mundo del siglo XXI!

En América Latina, dicha estrategia es llevada a su máxima expresión: ¡»Los que no están conmigo están contra mí»!, parecen indicar los hechos reales de la política yanki. ¡Venezuela es la espina clavada en el costado del imperio! ¡Tienen que acabar con Chávez y su revolución reformadora! ¡Tienen que aislar aun más a Cuba y evitar que su situación mejore!

Pero no han podido con Chávez, y mucho menos con Cuba y Fidel. Tampoco pueden evitar la triunfante guerra de liberación popular en Irak y el empantamiento de su estrategia.

La situación del mundo, y la situación de nuestro país exige que los verdaderos revolucionarios pasemos al primer plano. Los intelectuales y políticos sumisos e indiferentes no pueden hacerse cargo de la situación y el futuro de nuestras naciones. ¿Cómo contemporizar y acomodarse a una política y a un imperio que nos quiere destruir a todos? ¿Cómo permanecer indiferentes cuando los pueblos apuntan en dirección de luchas y guerras de liberación contra la estrategia norteamericana? ¿En que dirección debemos actuar? ¿Cuáles son el contenido y el alcance de nuestra tareas?

Todas estas cuestiones estarán presentes en los trabajos que le dedicare a la situación actual del país y a las próximas elecciones.

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