¡Guerra en Estados Unidos!

¡Guerra en Estados Unidos!

Sí, no hay otra forma de decirlo. No se me ocurre eufemismo alguno para suavizar la referencia a la situación que vive y sufre ese país con indignante indiferencia de una buena parte de su clase política que sí encuentra un buen arsenal de eufemismos en su intento de mitigar la gravedad de la crisis social que se sufre y buscarle soluciones adecuadas. Otra masacre, otro dolor, otra frustración ante la incapacidad de poner un coto al derrame de sangre joven. El Presidente Obama no pudo evitar reflejar su frustración al referirse a la última matanza en Oregón: «De alguna manera, esto se ha convertido en una rutina». Pesar lógico. Solo en 2015 han ocurrido 45 tiroteos en escuelas y desde que en 2014 se produjo la matanza en la primaria de Sandy Hook – el segundo más trágico en la historia con 27 muertos, de ellos 20 niños – son 142 los incidentes con armas de fuego en centros educativos, aunque algunos sin víctimas. Generalmente ni nos enteramos de la gran cantidad de tiroteos que cercenan vidas en ese país pero la prensa ha contabilizado que solo en 2015 se han producido en esa nación 294 tiroteos, más de uno por día, en los que han muerto o resultado heridos al menos 4 personas. En total han muerto 375 ciudadanos y 1086 fueron heridos. En los tres años que han transcurrido desde su reelección, los incidentes armados han sido 994 lo que ha obligado al Presidente a concurrir 15 ocasiones ante la prensa para condenar los asesinatos y expresar condolencias. Reportes de prensa aseguran que en los años en que lleva en la presidencia han muerto por armas de fuego 310 mil personas en Estados Unidos. En general en 2015 han muerto 9964 personas por armas de fuego, 60% del total de muertes violentas.

Hasta nuevo aviso y renovadas lamentaciones, el tiroteo más sangriento en Estados Unidos ha sido el de la Universidad Virginia Tech con un saldo de 32 muertes en 2007.

Una investigación dio como resultado que mientras entre 1968 y 2011 murieron 1,2 millones de estadounidenses en guerras, en el propio territorio norteamericano cayeron 1,4 millones víctimas de armas de fuego. Con solo el 5 % de la población mundial en el país se encuentra el 40% de las armas que en el mundo están en manos de civiles. Una buena parte de los políticos republicanos defienden el descontrol de armas, alegan que el problema es psiquiátrico (¿de quienes?). Acusan a Obama de politizar el tema quien ha pedido a la prensa que haga una comparación entre las víctimas de terrorismo en los últimos 10 años y los fallecidos por incidentes de armas.

«Gastamos un billón de dólares, aprobado numerosas leyes y dedicado agencias enteras a evitar ataques terroristas en nuestro suelo y, sin embargo, tenemos un Congreso que explícitamente nos impide incluso recolectar la información sobre cómo podríamos potencialmente reducir las muertes con armas de fuego. ¿Cómo es posible?”

God bless America.

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