Guerra en Malí: Francia lanza a su contingente a combatir por tierra

<P><STRONG>Guerra en Malí: Francia lanza a su contingente a combatir por tierra </STRONG></P>

BAMAKO. AFP. Francia lanzó a sus tropas a combatir por tierra en Malí, por primera vez, hoy, para recuperar una localidad del oeste que la víspera cayó en manos de los islamistas, un punto de inflexión tras una campaña de ataques aéreos llevados a cabo desde el 11 de enero.  

A la espera de la llegada de una fuerza oesteafricana, Francia también prosiguió este martes bombardeando a los combatientes islamistas y anunció el despliegue progresivo de unos 2.500 soldados en Malí.  

«Varios cientos de soldados malienses y franceses dejaron Niono (a unos 50 km al sur de Diabali) para tomar Diabali», declaró una autoridad de Niono, lo que fue confirmado por un vecino de la ciudad y por una fuente de seguridad maliense, precisó: «de hoy a mañana vamos a recuperar Diabali con los franceses».  

Se trata de la primera intervención terrestre de los soldados franceses. Al mismo tiempo, una columna de 30 blindados salieron de Bamako rumbo al Norte. Según una fuente de la embajada francesa en Bamako, estos blindados habían llegado en la noche del lunes desde Costa de Marfil.  

En paralelo, los jefes de Estado Mayor de los países oesteafricanos se reunieron el martes en Bamako para ver la implementación de una fuerza internacional africana y propiciar la «liberación» del Norte de Malí. La reunión proseguirá el miércoles, se informó.  

De este modo, Francia mantiene su esfuerzo bélico en Malí, con el objeto de restaurar la seguridad y la estabilidad política en este país africano, según afirmó el presidente francés, François Hollande.  

De visita en Dubai, Hollande afirmó que «Francia no tiene vocación para permanecer en Malí pero tenemos un objetivo: queremos que cuando nos vayamos haya seguridad en Malí, haya autoridades legítimas, un proceso electoral y que no haya terroristas».  

La intervención militar francesa tiene tres objetivos centrales, dijo Hollande a la prensa: «detener la agresión terrorista», «asegurar Bamako», y permitir que Malí preserve su «integridad territorial».  

Las fuerzas francesas bombardearon en la noche del lunes a los yihadistas en Diabali (en el oeste de Malí, y a unos 400 kilómetros de Bamako), donde en la víspera se había instalado un grupo de combatientes de Al Qaida en el Magreb Islámico (AQMI), encabezado por un emir argelino, Abu Zeid.  

En París, el primer ministro francés, Jean Marc Ayrault, aseguró a la Asamblea Nacional que Francia está «en la línea del frente» en Malí ante los grupos yihadistas, en espera de que las «fuerzas africanas» se desplieguen «en un plazo de una semana».  

Los yihadistas cortaron el martes las comunicaciones en la ciudad de Gao (norte de Malí), para que la gente no de informaciones a los militares malienses y franceses, al tiempo que proseguía el bombardeo de las posiciones de los islamistas, informaron testigos.  

«Cortaron las comunicaciones, acusan a la gente de dar información a los militares», dijo un residente de Gao, una de las principales ciudades del norte de Malí y bastión de Ansar Dine (Defensores del Islam), con quien la AFP pudo hablar por teléfono satelital.  

Su testimonio fue confirmado en el sitio por un profesor, que los dijo que estaban afectados los teléfonos fijos y móviles.  

Varios posiciones de los islamistas en el centro de Gao y su periferia fueron blanco de los bombardeos de aviones de combate Rafale, que destruyeron campos de entrenamiento y almacenes logísticos.  

Horas antes se había informado de que los yihadistas abandonaban sus posiciones en el Norte, incluida Gao, sometida desde el domingo a intensos bombardeos que han dejado unos 60 islamistas muertos.  

En Tombuctú, donde de momento no hubo ningún bombardeo aéreo, los yihadistas también partieron.  

«Los muyahidines se han ido, tienen mucho miedo», aseguró un vecino de esta ciudad emblemática de la cultura musulmana en África, donde los yihadistas destruyeron numerosos mausoleos de santos musulmanes por considerarlos como una herejía.  

Para el portavoz del grupo islamista Ansar Din, Senda Uld Bumama, se trata apenas de «una retirada táctica», según declaraciones publicadas en el sitio de información mauritano Al Ajbar.  

El martes, la UNESCO formuló un llamado a las fuerzas militares malienses y francesas para que protejan el patrimonio cultural de Malí.  

En Nueva York, Francia obtuvo el lunes «la comprensión y el apoyo» de los otros 14 miembros del Consejo de Seguridad, según el embajador francés Gérard Araud. Este martes, el ministro italiano de Exteriores, Giulio Terzi, expresó el mismo apoyo a su homólogo francés Laurent Fabius.  

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, manifestó también su apoyo a la operación francesa, aunque destacó la necesidad de una reconciliación política en el país.  

El secretario general de la Organización de Cooperación Islámica (OCI), Ekmeleddin Ihsanoglu, pidió en cambio «un alto el fuego inmediato» en Malí, miembro del foro, y la reanudación de las negociaciones entre Bamako y los islamistas. 

 Por otro lado, cerca de 150.000 personas huyeron del conflicto en Malí hacia los países vecinos, indicó este martes el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).  

La organización precisó que hay unos 230.000 desplazados dentro del país. 

Publicaciones Relacionadas

Más leídas