Guerra Estados Unidos-China

Guerra Estados Unidos-China

El Senado de los Estados Unidos acaba de aprobar un proyecto de ley para permitir aplicar aranceles a productos procedentes de China, alegando que ese país mantiene subvalorada su moneda en perjuicio del comercio mutuo, provocándole un enorme déficit comercial en el intercambio bilateral. Hay legisladores norteamericanos en ambas cámaras legislativas que no se enteran, o no se quieren enterar, que el mundo cambia aceleradamente moviendo su eje geopolítico, cual violento terremoto, hacia Asia y, en especial, hacia China continental.

Inmediatamente China tronó advirtiendo que los Estados Unidos se tendrían que atener a las consecuencias. Estamos en la antesala de una guerra comercial, y las guerras comerciales entre cabezones suelen terminar mal.

Ciertamente China ha desbordado el comercio mundial con productos baratos desequilibrando el comercio con muchos países, especialmente con los Estados Unidos, cuyo déficit comercial con el gigante asiático frisa los 300 mil millones. En general, los analistas coinciden en que esa extraordinaria ventaja comercial china se debe a sus bajos salarios y a que mantiene su moneda – el yuan o renminbi – subvaluada, provocando que el dólar esté más fuerte ante ella y, por lo tanto, encarezca sus productos. Ese argumento obvia el carácter estructural del déficit comercial de los EE.UU. con el resto del mundo por decenas de años. China no desconoce el problema; a finales del pasado año el Gobierno emitió una declaración asegurando que su moneda se adheriría a “un tipo de cambio flotante controlado, basado en la oferta y demanda del mercado, manteniendo la estabilidad básica del tipo de cambio del renminbi en un nivel razonable y balanceado”.

Las autoridades chinas aseguran que hay pruebas que permiten descartar que el déficit comercial con EE.UU. se sustente en una subvaluación de la moneda. Varios analistas norteamericanos coinciden con ese criterio. Michael Woolfolk, del BNY Mello Global Markets destaca que entre el 2005 y el 2010 el yuan se apreció en un 25% con relacion al dólar y, sin embargo, el déficit se duplicó. Empresas estadounidenses estiman una subvaluación del yuan de entre un 20 y un 40% mientras que Europa la calcula entre 15 y 20%. El yuan se ha venido apreciando al ritmo de la paciencia asiática. En junio del 2008 se situó en 6.83 yuan/dólar; en el 2010 anunció un proceso de “reacomodamiento gradual de la paridad”. En enero del 2011 la apreciación había sido del 2.8% aunque fuentes norteamericanas le reconocen un 3.7%. La estrategia china ya es clara y apunta alto. Días antes de llegar a Washington, en enero de este año, el presidente chino declaró que el dominio mundial del dólar era “producto del pasado”.

La administración norteamericana tiene una posición más moderada. Para el Departamento del Tesoro no hay evidencias de que China manipule deliberadamente el valor de su moneda. Hillary Clinton ha preguntado, reconociendo la creciente dependencia estadounidense de la economía china: “¿Como negocias con mano dura con tu banquero?”. Confío en que el Presidente vete la ley…por el bien de todos.

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