Guerra Irak deja otros 33 muertos

Guerra Irak deja otros 33 muertos

Bagdad (EFE).- Al menos 33 personas murieron ayer en atentados y ataques lanzados en diferentes zonas de Irak, el mismo día en que el mando norteamericano afirmó que la seguridad de Bagdad comenzará a mejorar a partir de fines de septiembre próximo.

El más mortífero de esos atentados fue el perpetrado por un suicida en la ciudad de Samerra, 125 kilómetros al norte de la capital, y que dejó nueve policías muertos y otras 30 personas heridas, según informaron fuentes de seguridad de la provincia de Salahedín (cuya capital es Samarra).  El suicida utilizó un “camión bomba” que empotró contra un edificio que había sido ocupado por la policía, en concreto por las temidas “fuerzas especiales”, precisaron las fuentes.

Entre los heridos figuran 17 miembros de estas fuerzas especiales, consideradas las mejor preparadas de entre los cuerpos de seguridad iraquíes.

El resto son civiles que vivían en la vecindad y que resultaron afectados por la enorme explosión.

   Asimismo, en las proximidades de la ciudad de Baquba, 65 kilómetros al noreste de Bagdad, seis soldados iraquíes perdieron la vida y otros 14 resultaron heridos de diversa gravedad por la explosión de un coche bomba.

   El estallido fue seguido inmediatamente por un ataque lanzado por un grupo armado contra el puesto de control en el que se encontraban apostados los militares, que lograron abatir a uno de los atacantes.

   Por otro lado, la explosión de un artefacto al paso de un minibús de transporte público en la localidad de Jales, a 55 kilómetros al noreste de la capital, dejó cuatro pasajeros muertos y otros siete heridos.

   Un estallido similar al paso de una patrulla policial, en el área de Jan Saad, al noreste de la capital, acabó con la vida de un agente de seguridad y un civil e hirió a otras seis personas.

   En Bagdad, varios ataques y atentados contra fuerzas de seguridad y una peluquería, dejaron seis muertos y 16 heridos, informaron fuentes de seguridad.

   Por último, en la localidad de Faluya, a 50 kilómetros al oeste de la capital, cinco civiles fallecieron y otros dos resultaron heridos por la explosión de una bomba al paso de una patrulla policial.

   Esa jornada de violencia coincide con una rueda de prensa del comandante de las tropas estadounidenses en Irak, el general George Casey, que adelantó que la situación de seguridad que vive Bagdad comenzará a mejorar a partir de fines de septiembre próximo.

   “Existe un plan global para cambiar la situación de forma efectiva para antes del mes de ayuno musulmán de Ramadán, que se iniciará a fines de septiembre”, recalcó Casey, tras reunirse con el presidente de Irak, Yalal Talabani.

   Destacó que fuerzas iraquíes, apoyadas por las tropas de la coalición, encabezadas por EEUU, “limpiarán los barrios en los que se muestran más activos los terroristas y los escuadrones de la muerte” y después “consolidaremos la presencia de la seguridad para proteger a los habitantes”.

   Las afirmaciones del general estadounidense tienen lugar un día después de que el mando norteamericano comenzase a desplegar a 3.700 nuevos soldados en Bagdad, en el marco de un plan de seguridad para proteger la capital de los atentados, asesinatos y secuestros.

   En ese sentido, el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, anunció recientemente el comienzo de la segunda parte del plan de seguridad para Bagdad, iniciado el mes pasado, y que cuenta con la participación de alrededor de 55.000 militares y policías iraquíes.

   Esa operación coincide con el plan de reconciliación nacional, que entró en vigencia en julio pasado, y que tiene como principal objetivo abrir un dialogo con los grupos insurgentes a fin de convencerlos de que depongan las armas y se adhieran al proceso político.

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