BEIRUT (AFP).- Violentos combates enfrentaron este jueves a la milicia del Hezbolá y el ejército israelí, que pretende consolidar su avance en el sur del Líbano, mientras el líder del grupo chiíta amenazaba con atacar Tel Aviv. La vigesimotercera jornada de la ofensiva fue una de las más sangrientas para Israel, que perdió a 4 soldados y 8 civiles.

Las autoridades militares israelíes dijeron que la ofensiva podría alcanzar la periferia sur de Beirut, bastión de Hezbolá, incluyendo sectores que hasta ahora no habían sido golpeados.

Varias octavillas aconsejaron a la población civil que huyera de los lugares que serán atacadas.

El líder de Hezbolá, Hassan Nasralá, respondió en declaraciones ante varios canales de televisión libaneses y amenazó a Israel con bombardear Tel Aviv.

“Si ustedes bombardean nuestra capital, nosotros bombardearemos la capital de su agresiva entidad”, en alusión a Tel Aviv, considerada por Nasralá la capital de Israel. Israel declaró desde su creación a Jerusalén como su capital.

La escalada verbal coincide con las conversaciones cada vez más intensas en la ONU, donde Francia difundió un nuevo proyecto de resolución del Consejo de Seguridad sobre el Líbano y anunció que intentará superar sus diferencias con Estados Unidos para aprobar una resolución.

El embajador francés en la ONU Jean Marc de La Sablière dijo que hay un acuerdo sobre la “secuencia” de acontecimientos necesarios para una paz duradera. “La secuencia debe empezar con lo que los europeos llamamos un cese de las hostilidades” y luego las partes deberían ponerse de acuerdo en los principales parámetros de un acuerdo político que garantice la paz a largo plazo.