Luego de conquistar su independencia, tras 22 años de integración a Haití, el pueblo dominicano se vio precisado a defender su libertad y su soberanía por muchos años más, doce, exactos.

Los constantes ataques a la nueva república fueron elucubrados y perpetuados por una élite dominante haitiana que, desde 1804 y  fiel a la doctrina de Jean Jaques Dessalines, intentó aplastarla utilizando un ejército bien armado y mejor organizado.

Boyer, Herard, Guerrier, Pierrot, Faustin Soulouque, negados a aceptar la existencia de un pueblo y un estado libres en la parte este de la isla, lo invadieron una y otra vez, siempre con la misma intención: eliminarlo.

En cada ocasión, los dominicanos, decididos a mantener las preciadas conquistas de su nacionalidad y su libertad, salieron a los campos invadidos y enfrentaron al enemigo.

Mal armados, sin la formación de un  ejército disciplinado y muchas veces en condiciones de inferioridad numérica, cada vez  los criollos lograron salir coronados por la victoria.

Los patriotas independentistas dominicanos infligieron tantas derrotas al enemigo como intentos hizo éste por reconquistarlos. Tantas y tales fueron que, frustrados, en 1856, después de las batallas de Santomé, Cambronal y Sabana Larga, desistieron para siempre de sus propósitos.

En este trabajo son reseñados  los esfuerzos y las batallas que libraron los dominicanos en defensa de su conquistada soberanía. Cada combate es señalado en un mapa de la época “Según la Constitución Política del 6 de noviembre de 1844 y la Ley de Administración Provincial del 9 de junio de 1845”, tomado del volumen Imágenes Insulares, de reciente publicación.