BOGOTA (AFP).- Veintinueve policías secuestrados por la guerrilla tras un ataque el sábado a un caserío del noroeste de Colombia, que dejó ocho uniformados muertos, fueron liberados este martes, informaron las autoridades, que atribuyeron el hecho a la presión militar.
«La persistencia del Ejército, la Policía y la Fuerza Aérea hizo que los subversivos vieran que era muy difícil escapar con estos muchachos y los soltaran», dijo el comandante de las Fuerzas Militares, general Carlos Ospina. El lunes se había reportado el hallazgo de otro policía.
El oficial señaló que tras deambular por las selvas del departamento de Chocó, los agentes se encontraron con una patrulla militar y continuaron su camino hacia la aldea de San Marino (680 km al noroeste de Bogotá), donde fueron retenidos.
Uno de los liberados, identificado como el teniente Oviedo, indicó que el contingente estaba en poder de unos 300 rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el minoritario Ejército Revolucionario Guevarista (ERG).
El asalto ocurrió el sábado en la madrugada, cuando una nutrida facción de los tres grupos irrumpió en San Marino y atacó el cuartel policial con ráfagas de fusil y pipetas rellenas de explosivos. En la acción murieron ocho policías y otras nueve personas resultaron heridas, incluidos cuatro civiles.
En un comunicado, el presidente Alvaro Uribe felicitó «a las fuerzas militares y de Policía por la recuperación de los policías». «Esta acción demuestra que podemos derrotar el secuestro», indicó la misiva. «Las operaciones deben continuar en el área para liberar de terroristas a la región del Chocó», añadió.
Según las autoridades, inicialmente llegaron caminando a San Marino siete policías y luego los restantes 22.