Por Anastasia Moloney
En Bogotá
Los guerrilleros y narcotraficantes han infiltrado las fuerzas armadas colombianas al más alto nivel, admitió el ministro de Defensa de Colombia, Juan Manuel Santos.
Estamos conscientes de que grupos de mafiosos están involucrados en este tipo de penetración, dijo Santos en una conferencia de prensa ofrecida el lunes.
Desgraciadamente, la infiltración ha llegado a un nivel muy alto y hay un número de sospechosos.
Más de 20 miembros de las fuerzas armadas están acusados de colaborar con el barón de las drogas Diego Montoya, jefe del cartel de drogas Norte del Valle, casado en el occidente de Colombia, que se dice reclutó personal militar retirado para trabajar en su organización de contrabando de cocaína. Siete militares han sido arrestados bajo esas acusaciones.
Informes de prensa recientes en Colombia revelan que Montoya pagó a oficiales militares retirados cuantiosos salarios para que se convirtieran en parte del equipo de seguridad, y que le ofreció a los colaboradores cerca de US$5 millones (3,6 MM, £2,4 MM) para que montaran una operación de rescate con el objetivo de liberar a su hermano de una prisión de máxima seguridad en el centro de Colombia. Nunca se ejecutó una operación como esa.
Santos dijo que ha habido fallas graves en la inteligencia que le han permitido a los jades del narcotráfico acceso a información delicada y evitar su captura.
Motoya es un fugitivo y se mantiene en la lista de los 10 más buscados del FBI.
Siete soldados han sido arrestados, incluyendo un oficial militar de alto rango, dijo Santos a los reporteros.
Habrá más arrestos, añadió el ministro Santos.
Nuevas pruebas descubiertas por otra parte por las autoridades colombianas indican que las guerrillas izquierdistas también han logrado infiltrar el ejército y obtener información sensible.
El mes pasado, archivos de computadoras pertenecientes a un rebelde del grupo armado FARC, que murió en combate contra fuerzas del gobierno, revelaron entre su contenido información clasificada y mapas que detallan operaciones de contra-insurgencia contra las FARC que, según dicen los oficiales, solo pudieron venir de una fuente militar ubicada muy alto.
Durante más de cuatro décadas, el Ejército de Colombia y las FARC han estado envueltos, casi a diario, en enfrentamientos.
VERSION IVAN PEREZ CARRION