POR MARIO MENDEZ
El ex-embajador dominicano en Washington, licenciado Hugo Guliani Cury, planteó que el país debe esperar hasta el 25 de julio para ver si la Cámara de Representantes aprueba o no el Cafta-RD antes de que en el Congreso dominicano lo ratifique.

Explicó que acuerdo fue aprobado en el Senado Norteamericano, con una votación muy apretada y que actualmente está en la Cámara de Representantes, donde la oposición será mayor. 

«Se estima que la Administración del Presidente Bush cuenta con unos 183 votos de los 218 que son necesarios, es decir, faltan 35 votos.  Esos 35 votos serían buscados entre unos 67 congresistas de ambos partidos que todavía están indecisos», explicó.

Dijo que «si el Acuerdo no es aprobado por la Cámara de Representantes, ahí muere el RD-CAFTA.  Si eso ocurre entonces se tendría que gestionar una extensión de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe (ICC) la cual vence en el 2008 o comenzar a explorar para el 2009 y ya dentro de otro gobierno en Estados Unidos la posibilidad de un nuevo acuerdo».

En cuanto a los cambios que se harían al Cafta RD, en el caso ded que fuera aprobado en base a las concesiones ha tenido que hacer la administración del Presidente George W. Bush a diferentes sectores, Guiliani Cury dijo que una de ellas será en la tela a utilizar como forro de las confecciones, la cual ahora tendrá que ser de origen norteamericano. 

«Lo que se había negociado es que se podrían utilizar telas para forro de otros orígenes para así abaratar el costo de las confecciones en nuestros países, por tanto el impacto será negativo hacia nosotros.  Dada esa situación y como es a Estados Unidos a quien le interesa hacer esas modificaciones, lo lógico es que negociemos algo a cambio de lo que ellos (Estados Unidos) desean», explicó.

En torno a cómo debe manejarse un país en las negociaciones de un tratado de libre comercio, Guialini Cury dijo que «muchos creen que el poder del negociador de un país radica en lo poderoso que sea el país que se represente.  Esto influye pero no totalmente pues el poder de negociación de las dos partes depende primariamente en cuan atractivo para esas partes es la opción de no alcanzar el acuerdo que se busca», explicó.

Agregó que «uno tiene que tener una estrategia y conocer hasta donde se puede llegar para poder alcanzar un acuerdo entre las partes.  Esto ya lo hemos podido aplicar con éxito en negociaciones muy difíciles en que la otra parte era muy poderosa, si quieres un ejemplo recordaremos a DOHA; en cuya situación para ambos era necesario llegar a un acuerdo.  En esta oportunidad podría ocurrir algo parecido porque detrás de posiciones que pueden parecer contrapuestas siempre se tienen intereses que son compatibles y eso es lo que hay que saber aprovechar», agregó.

Planteó que como la estrategia de Estados Unidos en este caso será utilizar el procedimiento de las llamadas «Side Letters» o Cartas de Entendimiento, las cuales pueden ser firmadas por los gobiernos.  «En ese momento es que se nos presenta la oportunidad de negociar algo a cambio de lo que ellos quieren, es decir, hacer un Trade-Off», agregó.

Dijo que esto podría contemplarse para el caso del azúcar y de varios productos agrícolas. Recordemos que como la oposición de los azucareros en Estados Unidos ha sido tan fuerte, es casi seguro que el azúcar será  excluido de los acuerdos que actualmente se negocian con Panamá y varios países andinos.  Como esta ha sido la posición de los azucareros dominicanos, se podría tratar que se excluyera también nuestra azúcar.  «Igualmente, se podría intentar excluir del convenio, algunos productos agrícolas que serán muy afectados y lo cual le fue permitido a Costa rica», agregó.

Dijo que su opinión es que desde ahora debemos trabajar pero teniendo un orden táctico y una posición negociadora para cuando eso ocurra. 

«Una estrategia de este género, comenzaría con no tener aprobado aquí el RD-CAFTA hasta que Estados Unidos lo haga.  Pero también, en caso de ser aprobado, debemos aguardar hasta que ese país nos haga la solicitud de modificaciones que ellos desean.  Esta es una coyuntura que se presentará y en la cual podríamos aprovechar la oportunidad y sacar ventajas de eso», sostuvo.

No obstante, afirmó que «negociar es un arte, pero también es saber utilizar una serie de técnicas.  Lo que tú consigas en cualquier negociación es el resultado de cómo tú negocias.  Pero también es un proceso en el cual un buen negociador no da algo a cambio de nada», expresó.

Agregó que «como en esta próxima disyuntiva son ellos (los norteamericanos) los que quieren algo de nosotros, lo correcto de nuestra parte es lograr algo a cambio de eso. Obviamente eso también depende de cómo sustentas tu posición y la firmeza con que negocias».

«Hay que advertir que en un caso como este, los negociadores norteamericanos van a plantear que si el país no les acepta la modificación deseada por ellos, de seguro indicarán que podríamos quedar fuera del Acuerdo.  Es por ello que el país debe decidir si esta dispuesto a resistir las presiones que recibirá de los negociadores norteamericanos.  En caso que decida hacerlo deberá establecer objetivos precisos y razonables sobre lo que aspira a obtener en esta coyuntura.  Es por ello que se debe diseñar la estrategia de negociación y el posible «Trade-Off» a llevar a cabo, el cual a mi entender, debe concentrarse en lograr una mayor protección para el sector agrícola y el azucarero», planteó.

Informó que uno o dos de los países centroamericanos ya están preparándose para obtener algo a cambio de lo que los norteamericanos desean modificar.

Advirtió que ser{ia un eror que el Congreso dominicano proceda a aprobar el Cafta-RD antes de que sea aprobado polr la Cámara de Representantes.

«Creo que ese es un error por varias razones, y las cuales te las voy a enumerar en forma muy breve.  La primera es que si todavía no se tiene certeza de lo que va a suceder en la Cámara de Representantes no tiene sentido aprobarlo nosotros sin los norteamericanos haberlo hecho, ya que la gran discusión de si va o no, es allá y no aquí.  Segundo si lo aprobamos sin conocer los cambios que están haciendo allá, eso debilitaría el poder de negociación que podríamos tener para cuando Estados Unidos nos solicite que le aprobemos las modificaciones que ellos desean hacer.  Tercero, no entiendo como podemos aprobar nuevos impuestos para reemplazar los que se perderán con el Acuerdo RD-CAFTA y a la vez otorgar compensaciones fiscales, sin tener certeza de que el RD-CAFTA será aprobado en el Congreso Norteamericano.  Por ejemplo, si suponemos que este no es aprobado, habría entonces que echar hacia atrás las medidas fiscales adoptadas y las compensaciones otorgadas», explicó. 

Sobre el tema de las compensaciones, dijo que que estos países no tienen los recursos para poder compensar por años a los sectores que serán afectados en un proceso de esta naturaleza.  Ese tipo de compensaciones debe provenir de Estados Unidos y ellos están conscientes de eso. 

Recordó que el Senador estadounidense Bingaman hace unas cuentas semanas propuso en el Senado que su gobierno consigne en su presupuesto un fondo de ayuda de mil millones de dólares para ser destinado a compensar al sector agrícola de los países miembros del RD-CAFTA. 

«Una iniciativa de ese género podría ser propulsada y gestionada por República Dominicana  y Centroamérica frente a la Administración del Presidente Bush así como en el Congreso de ese país», expresó.

Además, plante{o que que lo correcto es esperar unos cuantos días, pues la última votación en la Cámara de representantes deberá efectuarse antes del 25 de julio. 

«Para esa fecha sabremos si habrá acuerdo o no.  Si este es aprobado, debemos a partir de ahí, decidir si vamos a tratar de obtener algo a cambio de lo que los norteamericanos nos solicitaran y si es así tratar la estrategia que nos permita alcanzar los objetivos deseados», agregó.

Señaló que si por el contrario hay una votación de rechazo en la Cámara, ahí terminó todo, pues en el Congreso norteamericano no existen mecanismos que puedan revertir una votación que sea negativa. 

«Es por tanto necesario que aquí actuemos con calma y prudencia.  Eso significa saber esperar hasta ver lo que pasa de aquí al 25 de julio», concluyó.