El dirigente político Guillermo Caram consideró que para que el diálogo político que se intenta celebrar tenga resultados positivos debe contar con una mediación colegiada, una agenda consensuada y que entre las prioridades esté la sustitución de los miembros de la Junta Central Electoral (JCE) y el Tribunal Superior Electoral (TSE).

Caram señaló que la mediación no puede ser unipersonal ni concentrado, “por demás en un funcionario estatal cuya institución que dirige recibe recursos del Gobierno”.
Recordó que todos los diálogos importantes tienen por lo menos tres mediadores y en el caso dominicano el tripartito en la época de Joaquín Balaguer, tuvo al cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez y los monseñores Francisco Arnaiz y Agripino Núñez.

Indicó que ya que el Gobierno designó uno, la oposición y la sociedad civil deberían tener derecho a designar co-mediadores seleccionado por ellos mismos.

En cuanto a la agenda, Caram entiende que no puede haber diálogo fructífero si solo se trata lo que interesa a una de las partes y que en este caso el Gobierno solo tiene interés en la ley de partidos cuando hay temas vitales que deben ser tratados como es la integración de altas cortes.

Considera que en el caso de la actual JCE, su aptitud e idoneidad han quedado en tela de juicio en estas elecciones, por lo que es prioritario para superar “las amenazas de colapso sistémico”, cambiar sus miembros, así como del TSE.

“Discutir ley de partidos y ley electoral para que sean implementadas por la misma JCE como anticipó el PLD durante la campaña, constituiría un matadero político”, dijo Caram.
Afirma que para recomponer la JCE y TSE conviene establecer primero criterios de

selección y luego nombres y que lo ideal es que además de aptitud y probidad sean personalidades independientes, aunque sea el presidente.