La falta de apoyo al teatro es un tema que se ha debatido por años. Algunos actores, directores, dramaturgos y teatriatistas han coincidido en que el problema está en la falta de salas en el país. Señalan que muchos, luego de pasar meses y hasta años preparando un montaje, matan su obra en dos semanas y con mucha suerte tres, presentándola en un escenario donde muchas veces no se llevan gran satisfacción, ni logran recuperar lo invertido económicamente.
Pero para el destacado productor artístico Guillermo Cordero, quien se ha dejado flechar por la magia del teatro, “el problema no es tanto en la falta de salas, sino la falta de cultura de teatro en el país”.
Destacó que en la ciudad sí hay salas de diferentes dimensiones, pero sería de mucha ayuda si se abrieran otros escenarios en algunos pueblos para poder hacer giras internas y llevar las obras a los pueblos donde hay mucha gente a la que le encantaría verlas, pero a quienes la distancia se lo dificulta. También que dijo que esto sería una forma de fomentar la cultura teatral en el país.
Cordero, quien se estrenó el pasado año como director teatral con la obra “El último instante”, presentó este mes su segunda pieza, “Colorín colorado”, con las actuaciones de Carlota Carretero, María Castillo y Karina Noble, que estuvo tres fines de semana en la sala Ravelo del Teatro Nacional.
El productor está feliz y agradecido por el apoyo que ha recibido en esta nueva etapa en su carrera, algo que lo tiene tan entusiasmado que ya tiene preparado un “dossier” con el próximo proyecto teatral que, según contó, tal vez vea la luz el próximo año.
Al preguntarle su opinión sobre la gestión de sus colegas René Brea y Edilenia Tactuk, el director, quien ha producido y ha sido galardonado en múltiples ocasiones con el premio Soberano, se limitó a responder que “cada quien en su momento ha aportado, que te guste o no te guste eso es otra cosa; ellos son dos profesionales y definitivamente han aportado”.
También dijo que estaría dispuesto a producir de nuevo el premio que entrega la Asociación de Cronistas de Artes (Acroarte), si se lo proponen.