Guillermo Moreno:  Nueva conciencia política al poder

Guillermo Moreno:  Nueva conciencia política al poder

Es un hecho que son los políticos quienes dirigen los destinos del país.  Es el Estado quien administra el dinero que el pueblo aporta con el sacrificio de su trabajo. Es el Estado quien garantiza o no una educación pública de calidad; un sistema de salud con cobertura universal; viviendas dignas para los marginados y empobrecidos; seguridad ciudadana; un plan estratégico nacional que haga posible el desarrollo sostenido y equitativo de la colectividad. En estos momentos la República Dominicana necesita con carácter de urgencia de un cambio substancial que impacte en todos los niveles de su accionar social.

 El Estado dominicano gobernado por los partidos políticos tradicionales puede considerarse como un Estado fallido. Hemos tenido 22 años de gobierno reformista, 12 años de gobierno perredeísta, y vamos a cumplir 12 años de gobierno peledeísta. En 46 años los partidos políticos tradicionales no han resuelto los problemas reales de los dominicanos: un sistema de energía eléctrico fallido; una educación que en los parámetros internacionales nos deja muy mal parados; un sistema de salud que es la desgracia de los pobres; ningún barrio marginado ha salido de su pobreza en 46 años de ejercicio político de los partidos tradicionales; la corrupción, la violencia y la inseguridad van en aumento.

 De los partidos políticos tradicionales podemos decir, en honor a la verdad, que más mal que bien han cumplido su rol histórico y su accionar político en nada nos garantiza que van a cambiar. Sabemos lo que hacen: Hablar mentira para ganar votos; favorecer con privilegios insultantes a una minoría; concebir la política como un medio rápido de enriquecimiento; comprar votos y utilizar todas las artimañas y trampas para retener el poder.  ¡Oh indignación! ¡Oh injusticia!

Los senadores y diputados merecen un capítulo aparte, pero por ahora digamos que piensan más en su “barrilito”, su “cofrecito” y en sus exoneraciones y privilegios que en el interés de la nación o de sus representados.

 Esta situación caótica ocasionada por el accionar de los partidos tradicionales es la que nos hace proponer un verdadero cambio en la praxis política de República Dominicana, y este cambio, digámoslo nuevamente, no va a emerger de los partidos políticos tradicionales.

Hay que decir que en su momento, fueron millones los dominicanos y dominicanas que confiamos en que Leonel Fernández e Hipólito Mejía harían un buen gobierno y ahí están los resultados.

 Creemos que el doctor Guillermo Moreno reúne las condiciones para encabezar un liderazgo nuevo que desde la dirección del Estado inicie el proceso de cambio al que aspiramos. Él demostró, cuando le correspondió ser funcionario público,  tener el carácter y la determinación para investigar y someter a la justicia a los implicados en actos delictivos  y de corrupción.

Y lo más importante, luego de aquella experiencia, durante todos estos años,  ha sido coherente en sus convicciones democráticas, en su  compromiso social y en la defensa de los intereses de las grandes mayorías nacionales.

El proyecto político que el Dr. Guillermo Moreno lidera,   Alianza País,  garantiza una nueva forma de hacer política y de dirigir con honestidad, transparencia, patriotismo y capacidad el destino de la nación dominicana.  Como una muestra de esto hay que destacar que previo a la formación de la organización, Guillermo Moreno escribió su libro ALIANZA, Una propuesta de País,   en el cual sintetiza su visión de las acciones a emprender en los diferentes órdenes para “enderezarle el rumbo torcido que estos malos gobiernos le han impuesto al país” a fin de avanzar hacia el desarrollo, la justicia social y una democracia más participativa e incluyente.

No se puede hablar de un proyecto político encabezado por Guillermo Moreno sin mencionar a su distinguida esposa, la doctora Aura Celeste, una mujer de una sola página, íntegra, intachable, insobornable, honesta.

El doctor Guillermo Moreno como presidente de la República Dominicana hará un gobierno honesto, condición ésta imprescindible para que haya sistemas de educación y de salud de calidad y accesibles a todos, para que haya institucionalidad democrática, respeto a la ley, seguridad pública y jurídica.

La ciudadanía tiene en sus manos la posibilidad de producir un cambio de rumbo en el país. Para ello, basta con que cada uno comience a creer que ese cambio es posible.

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