POR SUSANA VERAS
DAJABON.- Guillermo José Perdomo es santiaguero. Pudiera, fácilmente, por sus estudios, experiencias y orígenes familiares formar parte de la «exclusiva» lista que en el país maneja «al dedillo» los temas de las reformas fiscales, el Producto Interno Bruto, el crecimiento o la macroeconomía, los «hoyos financieros» y hasta la famosa canasta familiar.

Un grupo que en ocasiones, ha protagonizado o simplemente sugerido «medidas sapientes» en momentos estelares e históricos que han cambiado el rumbo de la República Dominicana.

Pero su verdadera vocación está más allá de estos simples «manejos». Decidió seguir los pasos de Jesús, a través del sacerdocio y servir a los demás de manera desinteresada, bien cerca de la humildad. Es por eso que ha pasado «los mejores años de su vida» en la frontera o en el barrio Los Guandules en la capital, lugares en los que «el padre Guillermo» afirma hay mucha gente buena, sencilla, de un nivel de formación bastante enriquecedora.

El padre Guillermo Perdomo, como todos le llaman, pertenece a la Compañía de Jesús o «Jesuitas», que tienen como lema principal «En todo, amar y servir». Esta organización cumplirá el año 2006 su 70 aniversario en la Misión Fronteriza, haciendo énfasis en la formación y la educación de personas que residen en esta zona.

En su experiencia de más de ocho años, el prelado lamenta que tanta gente preparada y con deseos de crecer no tenga los mecanismos para permanecer en la frontera y deba emigrar a otros lugares, ya que no existe una universidad ni sostenibilidad para los profesionales. A pesar de esta realidad, el padre Guillermo se sostiene en el hecho de que aún muchos se han quedado trabajando en las parroquias «y caminamos juntos por hacer cosas que beneficien a otros»

El padre Guillermo inició sus estudios en la Escuela Santo Domingo Savio de Moca y los secundarios en el Colegio La Salle en Santiago.

A nivel profesional se especializó en Economía, en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, graduándose en 1976, y tres años en el Instituto de Estudios Sociales de la Haya, en Holanda, enfocando sus estudios en la Planificación del Desarrollo en las Dimensiones Regionales y Urbanas y un posgrado en el mismo tema por un año en la Universidad de Los Andes, en Bogotá, Colombia.

En este país, al acercarse a la realidad de las costas atlánticas, comenzó a pensar en la realidad, «de lo que quería ser y hacer en su vida», al encontrarse con una realidad desafiante del desarrollo humano en estas tierras, estudiando la base económica de esa región, que era el algodón, y donde se encontró «muy de cerca» con la realidad de la pobreza, de la pobreza urbana.

En su trajinar regresó a Holanda, donde hizo una maestría en Desarrollo Regional «y tuvo una pregunta más fuerte, sobre su verdadera vocación y su llamado a servir».

Había tomado un año y madurado su decisión antes de compartirla con los suyos, una reconocida familia santiaguera vinculada a los negocios y el campo empresarial y de los pioneros en el Cibao de la proyección cinematográfica con el cine Doble en Santiago, propiedad de los esposos Ney Perdomo y Rosa Julia de Perdomo.

«Ellos recibieron bien la noticia, pero obviamente me preguntaron si estaba seguro del paso que daría y les dije que sí, lo había pensado mucho y en serio, mi familia conocía ya a muchos jesuitas, pero se preguntaban el por qué».

Casi de forma paradójica, se ha dedicado desde el sacerdocio a sus estudios iniciales y como una experiencia vital estuvo en un importante proyecto entre enero y junio del año 1976, acompañando una investigación como secretario de un grupo de economistas dominicanos que realizaron estudios sobre la «Economía Dominicana», con el financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo y la Administración del Fondo Para el Avance de las Ciencias Sociales, que dirigía en ese tiempo Frank Moya Pons. «Estuve ahí con los pesos pesados en la economía».

Cuando terminó ese trabajo continuó en otro trabajo del BID, en un estudio- sondeo en los sectores productivos del país, sobre el apoyo que ellos estaban dispuestos a dar a un proyecto de formación profesional, «pienso yo que eso dio inicio al Infotep».

En 1997, enviado por la Compañía de Jesús, inició sus trabajos como párroco en las comunidades de Loma de Cabrera y Restauración, poblaciones pobres, rurales y con muchas comunidades en su entorno, donde estuvo seis años y luego pasó a la dirección de la emisora.

DEDICA SU VIDA A EDUCAR Y AYUDAR AL PRÓJIMO

El padre Guillermo lleva los últimos años de su apostolado laborando con importantes causas en la línea fronteriza y los dos más recientes en la dirección de la emisora católica Radio Marién o «La Educadora de la Frontera».

En su etapa inicial, esta estación fue creada para reproducir en la zona las Escuelas Radiofónicas Radio Santa María, proyecto muy exitoso, que cumplirá el 2006 cincuenta años de existencia y que ha dedicado un buen espacio para la alfabetización a través de la radio. Radio Marién «es la hija fronteriza de Radio Santa María», una institución sin fines de lucro, propiedad de la Diócesis de Mao-Montecristi, fundada y dirigida por la Compañía de Jesús y que desde su creación, hace 29 años, fomenta la participación, la educación, la organización comunitaria, difusión de la cultura y la tradición religiosa.

Radio Marién trasmite en los 93.7 de frecuencia modulada y recibieron recientemente una donación del Japón para mejorar su sonido. Su antena está ubicada en El Carrizal, Restauración, a más de 600 metros sobre el nivel del mar cubriendo con su señal Navarrete, Bánica y Cabo Haitiano.

Además de la educación de adultos, trabajan con niños y niñas a través de la promoción de clubes infantiles en la República Dominicana y Haití con el auspicio de UNICEF y una importante organización de locutores infantiles. Desde el año 2003 han conformado 42 clubes infantiles en las comunidades de Partido y Dajabón y 15 clubes en Haití, en Juan Méndez, Dosmon, Dilé y Diwo.

En tal sentido, Radio Marién está aliada de forma estratégica a la Unión de Centros de Madres Mujeres Fronterizas y Centro Puente a través del Proyecto de Formación Integral y Salud Preventiva de Niñas, Niños y Adolescentes y Jóvenes en la Frontera Noroeste de la República Dominicana y Nordeste de Haití. Con este proyecto binacional y el Centro Puente, trabaja en diversos movimientos de la relación entre República Dominicana y Haití.

«Lo que buscamos con estas relaciones interculturales, es lograr un enriquecimiento mutuo, que además posibilite hacia el futuro, potenciar las relaciones comerciales que marcan la base económica y la vida en Dajabón».

Resalta los clubes infantiles, que cuentan a su vez con dos programas de radio, en Marién, «Mis amigos los niños», de 5:30 a 6:00 de la tarde y para Haití el programa en creole «Zanmi Timoun yo», desde Radio Parole de Vie en Fort Liberté.

Al mismo tiempo, se desarrollan los Centros de Madres, con unas mil afiliadas, así como la organización de cursos en la Frontera Noroeste en coordinación con el Instituto de Formación Técnico Profesional (Infotep).

Uno de los proyectos más valiosos en favor del medio ambiente es impulsar a la Convención de las Naciones Unidas de Lucha Contra la Desertificación y el Cuidado de la Cuenca del Río Artibonito, que cuenta con los auspicios de la embajada de Canadá y la Subsecretaría de Suelos y Aguas.

Por su trabajo en la frontera, vinculada principalmente a labor pastoral y servicio a la comunidad, Radio Marién recibió un reconocimiento por parte de la Universidad Tecnológica de Santiago, Utesa, del recinto Mao que encabezó su rector, Príamo Rodríguez Castillo.

En sus palabras de agradecimiento, en la actividad de graduación de esta sede universitaria, donde se efectuó el reconocimiento a Radio Marién, el padre Perdomo dijo que «no ignoramos el enorme desafío de la sostenibilidad de un proyecto educativo come éste, sin fines de lucro. La Educadora de la Frontera no puede aceptar todo tipo de publicidad, no se puede poner cualquier música, pero sí tenemos que enfrentar los costos de la electricidad y ni hablar de los combustibles».

La estación radial también basa su programación en la música popular dominicana, dando gran importancia a los autores y compositores criollos, lo que se convierte a su vez en uno de los grandes desafíos, «colar» lo mejor de la música popular, ya que existe una gran parte que está traspasada por la sensualidad, «tratamos de dar lo mejor al público y que se transmitao valores de la música nuestra, que resalte los valores de la cultura dominicana, lo ideal es animar a la gente que le gusta la música, pero que a la vez se transmitan mensajes que construyan nuestra identidad y la vida nacional».

Por medio de la comunicación y obviando voces «no halagüeñas», el prelado explica la importancia de «calibrar» y potenciar las relaciones entre Haití y República Dominicana, como una realidad, con sus diferencias, pero al final relaciones constructivas que tienen que darse desde el amor cristiano, la seguridad nacional y «viendo que si ellos están mejor, nosotros estaremos mejor, más positivos, lo que ha primado en la ideología común, es el sentido más negativo, nosotros lo vemos desde aquí como proyecto y una muestra es el dinamismo en el comercio a través del mercado, «ellos buscan unos productos y nosotros necesitamos otros».

Según el padre Guillermo, Radio Marién no sólo se ha encargado de educar a través de la radio en cursos formales, sino en la formación de la mujer y de infantes, «a quienes se les apoya y se les escucha».

Actualmente se encuentran en proceso de evaluación hacia lo externo, para valorizar los aspectos de su sentido amplio de la formación.

A CORAZÓN ABIERTO

– Un libro: Sería difícil hablar de un libro, pues hay muchos libros de economía que ha disfrutado, pero le gusta mucho el de Henry J. M. Nowel. «El Regreso del Hijo Pródigo», que ha alimentado bastante su vida y su imaginario en los últimos tiempos. Sin embargo, en esta línea, resalta el artículo del sacerdote José Luis Alemán, «El Futuro Económico de Santiago», escrito a finales de los años 70, referido a la economía basada en la microempresa, sus vínculos, sus manejos y así alimentó su tesis de maestría con el estudio de los pequeños talleres de metalmecánica y cómo se puede desarrollar desde un negocio pequeño, pero bien manejado, el impulso de la economía. «Este artículo, de hace más de 30 años fue muy creativo», afirma.

– Valora: Todo lo aprendido del sacerdote Juan Montalvo, con quien no tuvo mucho tiempo relacionándose, pero del que tiene gran influencia por su vida, su entrega, reconocidas a través de anécdotas y testimonios, muchos de los cuales ha oído luego de la muerte de este sacerdote jesuita, maestro de novicios. Montalvo fue una persona buena, muy cercana a los demás y alimentó su vida en mucho sentido, le hizo valorar más su fe.

– Combinaciones de vida: El padre Guillermo combina el perfeccionismo, que lo impulsa a la excelencia, pero a veces buscando la excelencia se «paraliza» y lograda la paciencia, le ha ayudado a concluir cosas y permanecer en proyectos largos y trabajo en equipo, «es la práctica lo que marca el aporte que yo puedo dar, ver la gente, el funcionamiento y tratar de dar el paso que es posible , creo que es ese el aporte».

– Una comida: el mangú, «el plátano tiene más que un valor nutritivo, empalma con mis raíces y con mi niñez».

– Música: Desde Hendell hasta la música popular, principalmente la bachata y el merengue. Analiza «La pared», de Joe Veras y encuentra valores humanos que rompen esquemas, permite no ver los impedimentos, ser valientes, tener fe, luchar ante todas las paredes, paredes económicas, paredes de la codicia, de lucro rápido. Destaca también la canción de Héctor Acosta, «Encontré una novia nueva», escrita por Watson Brazobán, del Grupo Negros, que trata sobre el amor desinteresado y sin presiones económicas; la bachata «El inocente», de Luis Vargas, que habla sobre el aborto; «El vicio», de Anthony Santos, que muestra un alma libre, sencilla. «Encuentro en la música una serie de valores y queremos a través de ella, crear un puente entre la gente y promover estos valores».

– Tres películas: «El Pianista», «La Lista de Schindler» y «La vida es bella», «en los tres argumentos se encuentra a alguien que creyó en el futuro».

– Un país: Admira mucho a Holanda, le debe mucho a su experiencia, es un país pequeño, pero muy dinámico y que le saben sacar el jugo a todo, reclamarle tierras al mar, exportar, poner énfasis en la formación «y me guío mucho de su ejemplo, son abiertos a ayudar y entrar a la colaboración a través de proyectos muy creativos».

– Si escribiera su epitafio: «Es muy difícil compararse, pero quiero que me recuerden con algo muy sencillo y grandioso a la vez, ya que quisiera acercarme al lema que acompañó a Jesús: «Pasó por la vida haciendo el bien»

– Bianela Rondón, es su personaje favorito. El padre Guillermo Perdomo admira su familia, ha hecho muchos amigos en su vida sacerdotal, pero tiene un personaje favorito: se trata de Bianela Rondón, quien se graduó de técnica agrícola en la Universidad Nacional Pedro Henriquez Ureña y sufre desde hace ocho años de un Hemangioblastoma, tumor benigno de vasos sanguíneos en la parte alta de la médula espinal, que le impide caminar.

A través de varias gestiones, Bianela fue atendida por un grupo de especialistas del Massachusetts General Hospital de Boston en los Estados Unidos, quienes consideraron muy arriesgado intervenir de forma quirúrgica y sus esperanzas y posibilidades fueron aniquiladas, «pero con todos sus problemas y toda su carga de salud, Bianela ayuda a los demás, sonríe y promueve la vida, por eso nos inspira a todos y es mi personaje favorito».