LONDRES. AFP.-  Antes incluso de anunciar que esperaban a su primogénito, el príncipe Guillermo y Catalina recibieron numerosos regalos para el futuro heredero durante la gira que efectuaron en 2012 por Asia Pacífico, según la lista divulgada hoy por el Palacio.

Un oso de peluche, dos juegos tradicionales para niños, juguetes blandos y una muñeca figuran entre las decenas de presentes con que los gobernantes y ciudadanos de Singapur, Malasia, las islas Salomón y Tuvalú obsequiaron a los duques de Cambridge en el viaje que realizaron en septiembre en representación de la reina Isabel II con motivo de su Jubileo de Diamante.

A eso se sumó en noviembre un par de patucos entregado en Australia al príncipe Carlos, padre de Guillermo, y su esposa Camila para la joven pareja. La detallada lista revelada por el palacio incluye también una decena de bolsos y seis pares de zapatos, así como prendas de vestir, joyas e incluso maquillaje para Catalina; una daga, camisetas y gorras deportivas, y gemelos para Guillermo.

Junto a estos regalos más tradicionales destacan también una salsa de chile, miel, chocolate, varias flautas de bambú, abanicos y hasta ocho alfombrillas de palma entregadas por otros tantos admiradores anónimos en Tuvalú.

El príncipe Enrique, con fama de juerguista, recibió ron y cachaça, así como un botellero para vino durante su exitosa gira por varios países del Caribe y Brasil, donde también una persona no identificada le hizo entrega de una matrícula personalizada con su diminutivo en inglés: «Harry».

En Jamaica, el múltiple campeón olímpico Usain Bolt, a quien «derrotó» en una cómica carrera cuyas imágenes dieron la vuelta al mundo, le ofreció una camiseta y unas zapatillas deportivas firmadas.

Por su parte, el príncipe Carlos, conocido defensor de las causas medioambientales, recibió una estufa ecológica en Dinamarca, y un potabolizador de agua portátil en Suecia, mientras su esposa Camila acumuló en sus viajes bolsos y accesorios para sus dos perros, incluidos dos impermeables.

Los regalos que reciben los miembros de la familia real son propiedad del Estado, pero estos pueden utilizarlos si lo desean.