Guisante o arveja, una opción culinaria
muy nutritiva

Guisante o arveja, una opción culinaria <BR>muy nutritiva

Procedente de China e introducido en Europa a través de Oriente Medio, la arveja o guisante es uno de los cultivos más habituales en los huertos gracias a su resistencia, además de ser uno de los alimentos más nutritivos que existen. Aunque hoy en día estén extendidos por todo el mundo, los guisantes son imprescindibles sobre todo en la gastronomía oriental.

Sólo a partir del siglo XVI empezaron a ser consumidos por el hombre como grano fresco, ya que antes se utilizaba en seco o como planta de forraje. Los guisantes son leguminosas, por eso las hemos incluido con las legumbres, aunque generalmente sean etiquetados de ‘verdura’. Además, hay muchas personas que disfrutan del sabor de los guisantes crudos; de hecho, los guisantes y las habas son las únicas legumbres que pueden comerse crudas recién cogidas de la mata

Estas legumbres crecen escondidas en vainas que pueden alcanzar hasta los 10 centímetros. Son las pequeñas semillas las que se utilizan para nuestra alimentación. La investigación dietética descubrió que, como el resto de la familia de las legumbres, en poco tamaño alberga enormes propiedades saludables para el organismo.

VALOR NUTRICIONAL

Las arvejas son energía pura, gracias a su alto contenido en proteína vegetal, hidratos de carbono y grasa, aunque, en este último caso, su contenido no es excesivo. 100 gramos de esta pequeña semilla proporciona al organismo 300 calorías: una inyección de carbohidratos complejos, que permite dosificar la energía y mantenerla constante durante toda la jornada.

La alta concentración de fibra y su contenido elevado de vitamina B1 constituyen dos de sus ventajas más relevantes. Los alimentos con fibra no sólo regulan el tránsito intestinal y reducen el nivel de colesterol en sangre, además, aumentan la sensación de saciedad en las comidas, lo que beneficia a las personas preocupadas por la línea.

Como inconveniente, los guisantes, también por su alto contenido en fibra, pueden resultar indigestos para algunas personas, por lo que se recomienda eliminar la piel de la semilla o tomar infusiones tras la ingestión.

EN EL MERCADO

Aunque la forma más común de ver los guisantes en las tiendas es con su tradicional color verde, en realidad existen muchas variedades de otras tonalidades: amarillo, marrón y ligeramente azulado, con formas más o menos redondeadas y piel arrugada o lisa.

El guisante verde es el más consumido y podemos encontrarlo en distintos lugares del supermercado: en latas, ya cocido, o formando parte de platos preparados en conserva; también en los congelados, crudos o precocinados. En países donde se producen las arvejas, se venden frescos en los puestos de frutas y hortalizas. Las otras variedades pueden consumirse secas, como es el caso de los guisantes azules.

COMO SE COCINA

El guisante lo podemos encontrar, sobre todo, como guarnición, pero también forma parte de la ensalada rusa, las menestras, los guisos y potajes, como ingrediente en algunas variedades de paella o formando parte de revueltos y tortillas.

Esta legumbre es un gran aliado para días como los que vivimos en los que comer rápido es una dura realidad. No hay nada tan fácil como abrir una lata de guisantes y guisarlos con jamón y hongos, o acompañar a un pescado o una carne vuelta y vuelta en la sartén.

También suele ser uno de los ingredientes más habituales de los platos congelados: arroz tres delicias, revueltos, salteados, etcétera. No obstante, también se puede comer seco. En esos casos, habrá que dejarlo en remojo la noche antes, como el resto de legumbres, y cocinarlo al día siguiente. Si haces puré con él, no olvides pasarlo por un colador, ya que las pieles pueden estropear la textura del plato.

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