El presidente de Colombia, Gustavo Petro, aseguró este sábado que la crisis migratoria, que afecta a su país por el paso masivo de personas por el tapón del Darién, en la frontera con Panamá, arrancó con un «bloque económico».
«En el caso de la migración, fue el bloqueo económico lo que empezó a lanzar una serie de oleadas poblacionales de éxodos, primero de Venezuela hacia Colombia», dijo el mandatario en una declaración conjunta con su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en Cali.
Esta no es la primera vez que Petro se refiere a este bloqueo, pues esta semana aseguró que la única forma de solucionar la crisis humanitaria en la ruta migratoria por el Darién, la selvática frontera que separa a su país y Panamá, es «desbloquear económicamente a Venezuela».
Por eso, este sábado manifestó que la crisis migratoria es un «problema americano» que empezó con «centenares» pasando por el Darién que ahora son «miles al día: 3.000 pasan al día con niños, niñas; se vuelven 6.000 al llegar a México, y se vuelven 7.000 al llegar cada día a la frontera con EE.UU».
«El problema empezó con un bloqueo. Y yo pienso que relativamente en un plazo corto, porque los problemas se van a agudizar si sigue la crisis climática, se podría resolver si se quita el bloqueo», expresó Petro.
Ese bloqueo lo calificó como una política desacertada que «se piensa con una intención y termina pegándole en la cabeza a la persona que hizo la política».
CRISIS EN LA FRONTERA COLOMBO-PANAMEÑA
En el Darién se vive una crisis humanitaria, debido a que en lo que va de año más de 330.000 personas han emprendido esta ruta, enfrentándose a peligros naturales y también a robos y violaciones.
Esta es la cifra anual más alta registrada hasta la fecha, frente a las 248.000 personas que lo hicieron en 2022.
Esta situación ha sido calificada por los organismos humanitarios de desbordante, pues no tienen recursos y medios para atender a las personas que llegan al otro lado de la frontera.
Justamente el martes, la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos mostró su preocupación por las «múltiples violaciones y abusos» a los que se enfrentan los migrantes que atraviesan el Tapón del Darién.
Aunque los nacionales de países suramericanos, sobre todo venezolanos, y caribeños, son el grueso de los migrantes, al Darién llegan indocumentados de más de medio centenar de naciones del mundo movidos por redes transnacionales y tras cruzar varios países del sur.