Guy Dinmore reporta que las experiencias diplomáticas con Corea del Norte y Libia han ayudado a llevar una estrategia con Irán

Guy Dinmore reporta que las experiencias diplomáticas con Corea del Norte y Libia han ayudado a llevar una estrategia con Irán

En el proceso de decidir sobre un gran cambio político que le ofreciera a Irán la posibilidad de participar en un diálogo amplio -potencialmente, el primero desde la revolución islámica de 1979- la administración Bush ha reflexionado sobre dos tipos de experiencias similares, si bien de contrastes: Corea del norte y Libia.

La experiencia norcoreana se considera por algunos en la administración como algo que bordea el desastre, mientras que Libia se tiene como el modelo para seguir por Irán.

Los mismos funcionarios que se opusieron a hacer concesiones a Corea del Norte -John Bolton, ahora embajador en la ONU, Donald Rumsfeld, secretario de Defensa, y Dick Cheney, vicepresidente- también se expresaron contrarios a relacionarse con Irán.

En 1994, la administración Clinton firmó el “esquema acordado” con Corea del noirte, una cuerdo que en la superficie parece considerablemente similar a lo que se cree esté en la oferta para Irán. Corea del Norte debía congelar la operación y construcción de reactores nucleares que se consideraban formaban parte de un programa de armas encubierto. A cambio, un consorcio internacional proveería dos reactores de agua ligera “resistentes” a la proliferación, y Corea del Norte además, recibiría fuel oil. Pyongyang y Washington también se comprometieron a avanzar en la normalización de sus relaciones, un proceso que condujo a una visita a Corea del Norte de Madeleine Allbright, entonces secretaria de Estado, en 2000.

Pero después que el presidente George W. Bush llegara al puesto en 2001, EEUU dijo que había salido a la luz información que indicaba que Corea del Norte había estado mintiendo todo el tiempo, y que continuó con su programa secreto de enriquecimiento de uranio. EEUU alega que Corea del Norte lo admitió en 2002.

Corea del Norte lo niega, sin embargo expulsó a los inspectores de la ONU más avanzado el año, echó a andar de nuevo el reactor de Yongbyon, procesó plutonio que había estado almacenado durante años y dijo que había desarrollado una nueva capacidad para producir armas nucleares.

Con mucha reticencia y bajo la presión de China, Rusia Corea del Sur y Japón, la administración acordó formar parte de las conversaciones entre los seis países.

EEUU ha insistido en que no recompensará un mal comportamiento, pero en efecto, se ha visto atraído al proceso de ofrecer nuevos incentivos a Corea del Norte para que desmantele su programa nuclear.

Ayer, Pyongyang invitó a Christopher Hill, el principal negociador de Washington en las conversaciones sobre la crisis a visitarlos para las discusiones, y dijo que EEUU tiene que demostrar su compromiso en la solución del estancamiento.

Al anunciar el cambio político hace dos días, Condoleeza Rice, secretaria de Estado estableció una fugas comparación con Corea del Norte.

Sin embargo, más avanzado el día, un alto funcionario norteamericano que no quiso ser identificado intentó hacer comparaciones con Libia -un modelo de cómo la iniciativa pudiera tener éxito, “en el cual acuerdan abandonar su programa de armas de destrucción masiva y consiguen un buen resultado”.

“Ya esto lo hemos hecho anteriormente con éxito”, dijo.

EEUU inició conversaciones secretas en 2003 sobre las formas de desmantelar el programa de armas nucleares de Libia y Trípoli anunció su capitulación en diciembre de 2004, después de contar con las seguridades de EEUU y el Reino Unido de que el “cambio de régimen” estaba en el orden del día. El mes pasado, EEUU y Libia restablecieron relaciones diplomáticas -para el horror de los partidarios neo-conservadores del señor Bush quienes temen ahora el mismo tipo de acomodo con Irán.

Algunos diplomáticos creen que ha habido canales secretos para que Irán despeje el camino para que se produjera el giro en U de EEUU sobre las conversaciones. Ellos esperan una etapa de objeciones y contra-propuestas por parte de Irán, pero al final, la aceptaciòn del principio de tener a EEUU en la mesa.

Algunos ven la experiencia libia como un testimonio de los poderes combinados de la coerción y la diplomacia. Pero Libia ya se había debilitado por un duro embargo internacional impuesto después del bombardeo en 1988 del vuelo 103 de Pan Am sobre Lockerbie, Escocia, y se vio mucho más aislada de lo que Irán está ahora, por ser un suministrador de petróleo importante para Asia y Europa. 

Y como admitió la señorita Rice hace un año, hablar con Irán serviría para legitimar el régimen. Los ultra-nacionalistas de EEUU están de acuerdo y a por el contrario, han estado forzando el cambio de régimen como el objetivo último. Pero con el ejército estadounidense empantanado en Irak y ninguna oposición iraní viable a la vista, EEUU se ve limitado.

La brecha entre EEUU e Irán sigue siendo enorme, aún si Irán llega a estar de acuerdo con suspender el proceso de enriquecimiento mientras pone a prueba las negociaciones. 

VERSION: IVAN PEREZ CARRION

Publicaciones Relacionadas