Por fin tendremos una Ley de Partidos Políticos en la República Dominicana, quizás no la que necesitábamos, pero si, una mejor que la que había, porque no teníamos ninguna. Luego de la aprobación en el congreso, solo se espera la promulgación por el Poder Ejecutivo en cualquier momento.
La población quería una Ley de Partidos, muchos tal vez aún no sepan ni con qué se come eso, pero ahí la tenemos.
Quiere decir esto, qué ya pasó, no, ahora es cuando la ciudadanía debe seguir exigiendo, ya que, ahora toca luchar por el fortalecimiento de la recién nacida Ley de Partidos, con la elaboración y pronta aprobación de una Ley de Régimen Electoral, que cubra los baches de ésta trae consigo. Sí, porque los partidos políticos se enfocaron únicamente en primarias abiertas y cerradas. Pero ya está la ley y es justo destacar los aspectos positivos de la misma, cómo son el aumento de la cuota de la mujer de un 33% a un 40%, el establecimiento de la cuota de un 10% para la juventud, donde obligatoriamente hay que hacer una parada, para felicitar al diputado Víctor Fadul, quien, junto a un grupo de diputados jóvenes de distintos partidos, abrazaron juntos la defensa de garantías de participación a ese importante e incidente sector de la población.
¿Qué debemos cuidar ahora?, erradicar el clientelismo y que de esta manera puedan llegar a ocupar puestos electivos, gente con mayor nivel de formación educativa, con un compromiso social real, con una conducta ética, lo cual contribuirá con la reingeniería institucional que tanto necesita el país. Continuar la lucha contra la vinculación de fuentes oscuras en el financiamiento de campañas, que por donde siempre ha entrado el narcotráfico.
Luego de 20 años de discusión, el gran ganador es el país, puesto que, el instrumento jurídico tan esperado que organizará la actividad partidaria, estableciendo las reglas del juego y que obligará a cada organización a ser cada vez, más transparente, por fin ha llegado. Tendremos tiempos precisos y una Junta Central Electoral con la capacidad de sancionar a quienes violen lo establecido en la Ley.
Es evidente, que iniciamos una nueva etapa en la vida política de la República Dominicana, en favor de la democracia y el fortalecimiento institucional. Llegó la hora en donde cada dominicano y dominicana, se interese por participar en la política, en demostración de que su involucramiento en las discusiones sobre la Ley de Partidos no era inducido, sino más bien, un deseo propio.