La decoración es personal y no puede estar ligada a los ‘caprichos’ de la moda sino a las necesidades y los gustos de la pareja.

La alcoba debe ser un espacio limpio, cómodo y nunca puede estar recargado porque el objetivo es que invite a la relajación y al descanso, explica la decoradora colombiana Fabiola Romero, en un artículo publicado en el periódico digital El Tiempo.

Precisamente porque es el sitio que más refleja el estilo de cada persona, es vital tener algunas consideraciones a la hora de decorarlos.

Antes de salir de compras hay que tener en cuenta el espacio, las necesidades y gustos básicos de la pareja para empezar con el plan de trabajo.

El tamaño de la cama debe ser proporcional al de la habitación para poder caminar tranquilamente y evitar golpes y accidentes.

“Lo más importante –y aunque no sea un accesorio decorativo– es el colchón, es vital que sea muy cómodo y fabricado con materiales que eviten los ácaros”, indica.

Lo segundo es la lencería. Ideal si es blanca pues este color neutro –como decían las abuelas– invita al descanso, ojalá en 80% algodón y 20% poliéster para que no acalore y absorba la transpiración. En la misma línea, las cobijas deben ser livianas.

Están en auge los acolchados que caen hasta el piso o los cortos que se doblan bajo el colchón para dejar ver las líneas simples y el minimalismo con el que se trabaja la cama. Así mismo, los adornos en botones de madera.

En cuanto a iluminación, los bombillos halógenos incrustados en el techo –y manejados con dimmer– que permiten graduar la intensidad del rayo están a la vanguardia. No obstante, la lámpara para leer permanece.

“En las alcobas matrimoniales se usan los tonos tierra porque hay que pensar que a los señores no les gusta ver flores ni colores tropicales –aunque a las señoras sí–. También influyen las edades que se estén manejando.

“Si es una pareja joven se pueden usar colores beiges y tonos claros; para los mayores se recomiendan tonos más oscuros”, agrega.

Cuando se usa el beige, las sábanas deben llevar el mismo tono y, tal vez, una línea café, ocre o vino tinto.