Ya han dejado de ser unas niñas y se han convertido en señoritas que quieren dejar atrás una etapa de su vida. Su vestuario cambia y sus gustos y necesidades en la decoración de su dormitorio, también.
No siempre resulta sencillo ambientar y decorar la habitación de una adolescente. Las jóvenes tienden a buscar ese toque personal que haga de su habitación un lugar único y acogedor. Por eso es imprescindible que sean ellas mismas quienes determinen las pautas de decoración de sus habitaciones, y que los adultos simplemente las ayudemos a hacerlo de la manera más práctica y estética posible.
El color de las paredes de la habitación puede variar de acuerdo a los gustos de la joven. Las más tiernas suelen elegir los tonos pasteles: rosado, celeste, beige o lavanda, mientras que las más extrovertidas suelen optar por colores más fuertes y luminosos. Hay que tener en cuenta que los colores influyen mucho en el estado de ánimo, por lo que es recomendable elegir tonos pasteles para las adolescentes más activas e inquietas y colores brillantes para las más tranquilas e introvertidas.
El espacio es fundamental para una adolescente. Necesitará estantes, gaveteros y armarios para mantener en orden todas sus cosas.
La clave
1. Detalles
En cuanto a los cuadros o posters, cada joven elegirá aquello que quiera en sus paredes. Es importante que los padres estimulen las ambiciones de sus hijos colgando diplomas, menciones, o colocando estantes con trofeos y premios que hayan recibido. La exposición de estos objetos en su habitación la harán sentir orgullosa y la estimularán positivamente en su desarrollo.