Habitantes de Malvinas votan a favor de seguir siendo británicos por 98.8%

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LONDRES. AFP. Los habitantes de las Islas Malvinas, llamadas Falkland por Gran Bretaña, votaron abrumadoramente a favor de seguir siendo un territorio de ultramar británico, en un referéndum destinado a lanzar una enérgica señal a Argentina, que hoy ignoró este resultado.  

Aproximadamente 92% de los 1.672 electores participaron en este referéndum que concluyó el lunes con 98,8% de los votos a favor de continuar siendo un territorio británico de ultramar, anunciaron los responsables de la elección en Stanley, la capital (Puerto Argentino para Argentina).  

Sólo tres votos en un total de 1.517 habitantes habilitados fueron en contra.  

El ministro de Relaciones Exteriores británico, William Hague, manifestó su satisfacción por este resultado, afirmando que «demuestra más claramente que nunca que los isleños de las Falklands quieren seguir siendo un territorio de ultramar del Reino Unido».  

«Siempre hemos señalado claramente que creemos en los derechos del pueblo de las Falklands de determinar su propio futuro y decidir el camino que quieren seguir», afirmó Hague en un comunicado.  

«Es justo que, en el siglo XXI, estos derechos sean respetados. Todos los países deben aceptar los resultados de este referéndum y apoyar a los isleños de las Falkland mientras ellos continúan desarrollando su patria y su economía», agregó el canciller británico.  

Observadores internacionales –de Canadá, Chile, México, Nueva Zelanda, Paraguay, Estados Unidos y Uruguay– supervisaron los locales de votación, que se llevó a cabo el domingo y el lunes.  

Estos observadores declararon que el referéndum, que preguntó: «¿Desea usted que las Islas Falkland mantengan su actual estatuto político de Territorio de Ultramar del Reino Unido?» había sido «libre, justo y técnicamente sano».  

El «sí» del referéndum, anunciado alrededor de las 22H30 (01H30 GMT), desencadenó celebraciones sin precedentes.  

«Hay muchísimo ruido aquí, es impresionante», dijo a la AFP Barry Elsby, miembro de la Asamblea Legislativa.  

«Hay cientos de personas afuera de la catedral, celebrando, cantando y agitando banderas», añadió.  

Elsby sostuvo que esto «envía un mensaje a todo el mundo». En su opinión, Argentina estará «muy asustada» porque «este proceso fue democrático. No pueden negarlo», dijo.  

El gobierno argentino ignoró el resultado del referéndum.  

La presidenta Cristina Kirchner y su canciller, Héctor Timerman, mantenían silencio este martes y sólo la embajadora en Londres, Alicia Castro, se refirió a la convocatoria.  

El referéndum «es una maniobra mediática que refleja la debilidad de la posición» de Londres, señaló Castro a la radio argentina FM Millenium.  

La diplomática argentina sostuvo que el resultado de la consulta «expresa la opinión de alrededor de 1.600 ciudadanos británicos contra millones y millones de personas que reconocen la soberanía argentina» sobre las Malvinas.  

El último comunicado de la Cancillería argentina, fechado el sábado pasado, fijó la posición oficial de considerar al referéndum «un intento británico de manipular la cuestión Malvinas».  

«No hay nuevas declaraciones ni comunicado de la Cancillería, y por el momento no se espera que los haya», dijo este martes a la AFP una fuente del ministerio de Relaciones Exteriores.  

El gobierno argentino quiere restarle entidad al referéndum, al que había calificado de ilegal y carente de sustento jurídico por considerar que la británica es una población implantada desde la ocupación en 1833 de esas islas del Atlántico sur por parte de Gran Bretaña.  

Estados Unidos se limitó a tomar nota del resultado.  

«Tomamos nota de los resultados del reciente referéndum democrático», explicó la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, en rueda de prensa. 

«Los residentes expresaron claramente su preferencia en favor de mantener una relación continua con el Reino Unido», añadió. 

«Nuestra posición formal no ha cambiado: reconocemos la administración ‘de facto’ del Reino Unido pero no tomamos una posición sobre las proclamas de soberanía», explicó la portavoz.  

«Nosotros seguimos siendo británicos». Argentina reclama por vía diplomática la soberanía sobre el archipiélago austral, luego de que en 1982 perdiera una guerra con el Reino Unido con un saldo de 649 argentinos y 255 británicos muertos.  

Buenos Aires sostiene que los isleños constituyen una población colonial «implantada» y que por lo tanto no tienen derecho a la autodeterminación.  

El referéndum fue un desafío logístico, pues tuvo lugar en un territorio inhóspito de 12.000 km2.  

Varios cientos de habitantes de las islas están diseminados en granjas aisladas de cría de ovejas.  

Hubo cuatro locales de votación estáticos: uno en Stanley y uno en Goose Green (Pradera del Ganso), en el este, y dos en el oeste, en Puerto Howard y la Bahía Fox.  

Un avión transportó cabinas móviles de votación para llegar a los votantes más remotos, y cinco vehículos con tracción en las cuatro ruedas recorrieron las carreteras con un observador en el asiento del pasajero y una urna en la parte trasera.  

Londres, a unos 13.000 km de distancia, afirma que no discutirá cuestiones de soberanía con Buenos Aires en contra de los deseos de los habitantes del archipiélago.

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