Habitantes de Vanuatu siguen refugiados tras un gran ciclón

Habitantes de Vanuatu siguen refugiados tras un gran ciclón

Nueva Zelanda. Muchos habitantes del archipiélago de Vanuatu se vieron obligados a pasar una segunda noche en los refugios de emergencia tras aventurarse a la calle el sábado y encontrar sus hogares dañados o arrasados por un gran ciclón, según personal humanitario.

El ciclón Pam atravesó el pequeño archipiélago el sábado por la mañana desencadenando vientos de hasta de 270 kilómetros (168 millas) por hora, y dejó a su paso un rastro de destrucción y noticias no confirmadas sobre docenas de muertos.

El suministro eléctrico seguía suspendido en el pequeño archipiélago pacífico y la gente en las islas exteriores no tenía acceso a agua potable ni sistemas de comunicación, indicó Chloe Morrison, agente de comunicaciones de emergencia de World Vision en la capital, Port Vila.

Morrison señaló que las comunicaciones eran tan problemáticas que su grupo humanitario no había podido contactar con muchos de sus 76 empleados en la isla, y las autoridades eran incapaces de estimar la extensión de los daños. “Puedo decir que para cualquiera que no estuviera anoche en un refugio seguro, habrá sido una noche muy, muy dura”, señaló.

Vanuatu tiene 267.000 habitantes distribuidos en más de 65 islas. Aproximadamente 47.000 personas radican en la capital. Las autoridades hicieron un buen trabajo el viernes, señaló, al trasladar a miles de personas en Port Vila a 23 centros de evacuación.

Mucha gente salió el sábado al remitir el viento y la lluvia, señaló la cooperante, pero se encontraron con que a sus casas les faltaba el tejado o habían desaparecido por completo, de modo que se vieron forzados a volver a los refugios. Los árboles dañados y los tendidos eléctricos derribados en la capital hicieron que muchas zonas fueran peligrosas, señaló.

Morrison dijo haber oído noticias sobre pueblos enteros arrasados en zonas más remotas. “Sigue siendo muy peligroso fuera. La mayoría de la gente sigue refugiada”, dijo.

El Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, dijo que aún no estaba claro el impacto y alcance del desastre, pero temía que los daños y la destrucción fueran generalizados. “Confiamos en que la pérdida de vidas sea mínima”, dijo durante una Conferencia Mundial sobre Riesgo y Gestión de Desastres en Japón.

Naciones Unidas dijo estar preparando unidades de respuesta rápida de emergencia. El presidente de Vanuatu, Baldwon Londsale, que estaba en la conferencia, se dirigió a los participantes. “En realidad desconozco el impacto que ha tenido el ciclón en Vanuatu”, dijo. “Les hablo hoy con el corazón apesadumbrado”, señaló.

“Les pido en nombre del gobierno y del pueblo que ofrezcan una mano amiga en este desastre”. La máxima prioridad era garantizar el acceso de la gente a comida, agua potable y refugio, indicó Morrison. Más allá de eso, señaló, será necesario un largo y coordinado esfuerzo de reconstrucción en los próximos meses.

La tormenta cambió de rumbo hacia el oeste el viernes, colocando zonas pobladas directamente en su camino. Había reportes no confirmados sobre 44 fallecimientos en las islas nororientales de Vanuatu, informó la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios en un comunicado.

Nueva Zelanda prometió el sábado invertir 1 millón de dólares neozelandeses (734.000 dólares estadounidenses) para ayudar con las tareas de auxilio. Australia estaba preparando un equipo de respuesta de crisis para enviar a Vanuatu si fuera necesario, indicó la ministra de Exteriores, Julie Bishop.

“Hay vientos destructivos, lluvia, inundaciones, deslaves, subidas del nivel del mar y una dura marejada, y la tormenta es especialmente destructiva allí”, explicó. “Seguimos evaluando la situación, pero estamos listos para asistir”.

El pequeño estado insular, ubicado a aproximadamente una cuarta parte de la distancia entre Australia y Hawai, ha advertido repetidas veces que ya está sufriendo efectos devastadores por el cambio climático al ir desapareciendo las áreas costeras de sus islas, lo cual ha obligado a los habitantes a reubicarse en tierras más altas. Además, los cultivos tradicionales están dando menores rendimientos.

Los científicos señalan que es imposible atribuir fenómenos meteorológicos concretos como el ciclón Pam al cambio climático. El ciclón ya ha destruido algunas viviendas y ha causado daño en otras islas del Pacífico, incluidas Kiribati y las Islas Salomón. Las autoridades en Nueva Zelanda se preparan para la tormenta, que se pronostica pasará al norte del país el domingo y el lunes.

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