¿Qué haces al levantarte cada mañana?, ¿Eres de los que aprovechan al máximo las primeras horas? ¿Quieres un cambio en tu vida y no sabes cómo comenzar? A continuación, te mostramos cómo puedes dar un giro exitoso con solo realizar pequeños hábitos por un tiempo determinado y verás cómo te vas adaptar y comenzarás a cambiar.

Para tener éxito tienes que poner de tu parte para obtener una victoria rápida que te inspire a seguir mejorando. Ten en cuenta que no cambiarás tus malos hábitos de la noche a la mañana; para mantenerte, debes enfocarte y saber que la constancia será la clave de tu cambio.

Toma agua:

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el agua es esencial para el cuerpo humano en cualquier etapa de la vida porque ayuda a regular la temperatura corporal, manteniendo la piel hidratada y elástica, lubricando articulaciones y órganos y manteniendo una buena digestión.

Después de haber dormido durante 6 u 8 horas, nuestro cuerpo está en un estado de deshidratación; por esta razón se recomienda tomar agua al despertar.

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En cuanto te levantes toma agua, esto te ayudará a purificar, te ayudará a sentirte mejor en el día a día sin dejar a un lado lo bien que lucirá tu piel y tu cabello. Este será tu primer habito matutino, intenta realizándolo durante tres días.

La OMS, recomienda tomar 1’5 entre 2 Litros de agua al día.

Para que no olvides tomar agua al despertar, te recomendamos que antes de dormir pongas una botella o un vaso de agua cerca de tu cama, así lo verás y sabrás que debes consumir agua.

Desayuna saludable:

Luego de tomar agua al despertar no puedes olvidarte de un gran desayuno saludable, La Organización Mundial de la Salud indica que no tomar un desayuno puede afectar el desempeño durante el día.

 La OMS dice, que una dieta saludable ayuda a protegernos de la malnutrición en todas sus formas, así como de las enfermedades no transmisibles, entre ellas la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer.

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Un desayuno saludable incluye Frutas, verduras, frutos secos y cereales integrales (por ejemplo, maíz, avena, trigo).

Puedes incluir a tu gran desayuno cualquiera de estos y acompañarlo con un rico jugo. Puede ser tan fácil como licuar tus frutas favoritas o añadir otros ingredientes saludables, como leche o yogur.

Hay muchas recetas de jugos súper saludables que puedes acompañarlo con tu desayuno. Recuerda que este puede ser un hábito que no solo te ayudará a sentirte bien contigo mismo/a, sino que estarás cuidando tu salud física.

Haz ejercicio:

La OMS define la actividad física como cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos, con el consiguiente consumo de energía.

Para muchos hacer ejercicio no es tan fácil como lo pintan, pero adoptar este hábito te convierte en una persona sana. No tienes que hacer una rutina intensa, recuerda que estás creando hábitos saludables y eso se empieza dando pequeños pasos día con día.

Salir a caminar o correr 30 minutos, ir un rato al gimnasio, nadar o salir en bicicleta, pueden ser una de las opciones como ejercicio por la mañana. Se trata de activarte poco a poco, como si sólo calentaras.

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Si te empeñas y eres constante verás que facilmente sustituirás los malos hábitos por aquellos que aportan bienestar a tu vida.