Habladurías del embajador Alí de Jesús Uzcátegui

Habladurías del embajador Alí de Jesús Uzcátegui

Ubi Rivas.

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El embajador de Venezuela acreditado en RD, Alí de Jesús Uzcátegui, trazó perfiles de su país divorciados de la realidad intrínseca, de las versiones de los medios de comunicación internacionales, prensa y televisión, que describen un panorama diferente a la del diplomático chavista.
Expresó que en su país no hay presos políticos, sino políticos que incurrieron en orillar las leyes, protestar por disconformidad, una de ellas, por las cuales han perecido 138 venezolanos opuestos al chavismo, 620 presos políticos por expresar su derecho consagrado en la Constitución venezolana y de todos los países donde se establece la democracia como sistema de gobierno, y una democracia con presos políticos es una farsa, meridiana expresión de dictadura.
Co su semántica de presos políticos por violentar las leyes, el embajador Alí recuerda a los dominicanos al presidente Joaquín Balaguer en los tétricos Doce Años (1966-1978), de políticos presos y presos políticos, y exterminio de dirigentes de izquierda, receta del imperio en la Guerra Fría.
El embajador Alí deserta pertinaz de la verdad cuando expresa que la delincuencia de su país es equiparable a la de cualquier otro, y en realidad es la más alta del mundo, sobre las maras de El Salvador, Guatemala y Honduras, y la inflación venezolana de 700%, una locura, la más mayor del mundo, produciendo un 30% de alimentos que consume, importando un 70%, única verdad expuesta, y emigración masiva.
En octubre próximo, un grupo de juristas examinará la realidad de derechos humanos en Venezuela, y la opción de traducir al presidente Nicolás Maduro ante el Tribunal Internacional Penal de La Haya por crímenes de lesa humanidad, y ante todo este aquelarre, elecciones anticipadas a 2018, parece opción clave para la paz venezolana.

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