Hablando de bienestar

Hablando de bienestar

El optimismo es una cualidad excelente, que a veces se vincula a una buena salud. Por eso debe sorprenderme cuando veo en números anteriores de nuestro boletín, que hayamos sido menos que optimistas sobre la mayoría de los grandes anuncios. “No crea esto”, o “Espere”,  “Tómelo con calma”, suelen ser nuestros consejos favoritos.

Cuando casi todos los médicos del país estaban prescribiendo la terapia con hormonas para mujeres menopáusicas, Wellnes Letter dijo: “Esperen. Hay otras formas de evitar una enfermedad cardíaca y la osteoporósis”. Aconsejamos a nuestros lectores apostar a los cambios a largo plazo en sus hábitos de salud, en lugar de recetas a largo plazo para píldoras.

Cuando las clínicas de escaneo CT para todo el cuerpo estaban en el pico de la moda ( estaban vendiendo un producto básico que se llama “tranquilidad”), dijimos que eso no era más que una pérdida de dinero y tiempo, exponerse a demasiada radiación, y que podría conducir a una ansiedad innecesaria (y a veces peligrosa) y a procedimientos posteriores también con riesgos. Le aconsejamos entonces que continuaran con las pruebas normales, las mamografías habituales, colonoscopias y las pruebas “Pap”.

Alertamos sobre las pruebas PSA, como la forma de detectar un cáncer de próstata, puesto que las investigaciones nunca arrojaron que las pruebas de rutina salven vidas. ¿Jabones y esponjas antibacteriales? En la vida diaria, fuera del hospital, todo lo que se necesita es el jabón corriente, y a diferencia del antibacterial, no genera organismos resistentes a los antibióticos.

¿El gingko biloba, o Senior Moment pra mejorar la memoria? Olvídese de eso. ¿Medicamentos para la osteopenia? Hay demasiadas preguntas sin respuesta. ¿Vioxx, Cerebrex, COX-2 y otros inhibidores caros? Tentadores, pero hemos señalado que hay muchos calmantes en el mercado -mucho más baratos e igualmente buenos-, y propusimos la “regla de los tres años”, que yo personalmente he seguido en mi práctica médica.

Esto significa desalentar a los pacientes de que tomen medicamentos que han estado en el mercado durante menos de tres años (a menos que no haya otra opción). Eso da tiempo para que surjan nuevas interrogantes y nuevas pruebas.

Por eso, en medio de tanta cautela, ¿yo digo ser un optimista? Soy optimista porque las investigaciones científicas al final puedan resolver nuestros problemas más apremiantes, incluyendo males cardiacos, diabetes, y cáncer.

Las medidas de la salud pública, como las campañas contra el fumar, las vacunas y las medidas para mantener el agua y el aire limpios, continuarán salvando más vidas que todos los antibióticos del mundo.

También soy optimista porque las personas puedan ayudar a resolver sus propios problemas, adoptando y aferrándose a hábitos dietéticos saludables, y a ejercicios, no fumando, y tratando de estar mejor informados.

Además de que un gobierno eficaz pueda desempeñar un papel más fuerte, más positivo en mantenernos saludables.

Dr. John Swartzberg, presidente de la Junta Editorial de WLEl optimismo es una cualidad excelente, que a veces se vincula a una buena salud. Por eso debe sorprenderme cuando veo en números anteriores de nuestro boletín, que hayamos sido menos que optimistas sobre la mayoría de los grandes anuncios. “No crea esto”, o “Espere”,  “Tómelo con calma”, suelen ser nuestros consejos favoritos.

Cuando casi todos los médicos del país estaban prescribiendo la terapia con hormonas para mujeres menopáusicas, Wellnes Letter dijo: “Esperen. Hay otras formas de evitar una enfermedad cardíaca y la osteoporósis”. Aconsejamos a nuestros lectores apostar a los cambios a largo plazo en sus hábitos de salud, en lugar de recetas a largo plazo para píldoras.

Cuando las clínicas de escaneo CT para todo el cuerpo estaban en el pico de la moda ( estaban vendiendo un producto básico que se llama “tranquilidad”), dijimos que eso no era más que una pérdida de dinero y tiempo, exponerse a demasiada radiación, y que podría conducir a una ansiedad innecesaria (y a veces peligrosa) y a procedimientos posteriores también con riesgos. Le aconsejamos entonces que continuaran con las pruebas normales, las mamografías habituales, colonoscopias y las pruebas “Pap”.

Alertamos sobre las pruebas PSA, como la forma de detectar un cáncer de próstata, puesto que las investigaciones nunca arrojaron que las pruebas de rutina salven vidas. ¿Jabones y esponjas antibacteriales? En la vida diaria, fuera del hospital, todo lo que se necesita es el jabón corriente, y a diferencia del antibacterial, no genera organismos resistentes a los antibióticos.

¿El gingko biloba, o Senior Moment pra mejorar la memoria? Olvídese de eso. ¿Medicamentos para la osteopenia? Hay demasiadas preguntas sin respuesta. ¿Vioxx, Cerebrex, COX-2 y otros inhibidores caros? Tentadores, pero hemos señalado que hay muchos calmantes en el mercado -mucho más baratos e igualmente buenos-, y propusimos la “regla de los tres años”, que yo personalmente he seguido en mi práctica médica.

Esto significa desalentar a los pacientes de que tomen medicamentos que han estado en el mercado durante menos de tres años (a menos que no haya otra opción). Eso da tiempo para que surjan nuevas interrogantes y nuevas pruebas.

Por eso, en medio de tanta cautela, ¿yo digo ser un optimista? Soy optimista porque las investigaciones científicas al final puedan resolver nuestros problemas más apremiantes, incluyendo males cardiacos, diabetes, y cáncer.

Las medidas de la salud pública, como las campañas contra el fumar, las vacunas y las medidas para mantener el agua y el aire limpios, continuarán salvando más vidas que todos los antibióticos del mundo.

También soy optimista porque las personas puedan ayudar a resolver sus propios problemas, adoptando y aferrándose a hábitos dietéticos saludables, y a ejercicios, no fumando, y tratando de estar mejor informados.

Además de que un gobierno eficaz pueda desempeñar un papel más fuerte, más positivo en mantenernos saludables.

Dr. John Swartzberg, presidente de la Junta Editorial de WL

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