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En mi anterior artículo, comparé el desempeño de los indicadores de la sostenibilidad de la deuda pública en las últimas dos gestiones de gobierno. La deuda, como porcentaje tanto del PIB como de los ingresos fiscales, no ha aumentado en los últimos siete años de gobierno del PLD, a pesar de los fuertes choques externos que han afectado al país como resultado de la crisis económica internacional y de los fuertes aumentos en los precios del petróleo y los alimentos. Contrastando con el periodo en el que gobernó Hipólito Mejía, donde los indicadores de deuda más que duplicaron en medio de un entorno internacional de estabilidad. Pero la diferencia en el manejo de la deuda no solo se debe evaluar por los niveles de la deuda total, también hay que tomar en cuenta cómo se ha administrado la composición de la deuda y cuáles han sido los mecanismos utilizados para obtener financiamiento para el sector público. La actual gestión del PLD también supera al gobierno de Hipólito Mejía y el PRD en este aspecto.

Uno de los mejores indicadores de la eficiencia en el manejo de la deuda es el comportamiento del porcentaje de la deuda total que corresponde a la deuda del gobierno con suplidores o proveedores extranjeros de bienes y servicios. Las deudas con suplidores extranjeros surgen cuando el gobierno negocia acuerdos de pagos con contratistas y proveedores debido a que no cuenta con los ingresos necesarios para realizar los pagos en el momento. Estas deudas reflejan una mala planificación de los ingresos y gastos, un manejo pobre de los flujos de caja,  así como una pobre ejecución presupuestaria por parte de las autoridades. Además, estos compromisos tienden a ser menos transparentes y más costosos debido a que el gobierno tiene poca fuerza para negociar en estos casos.

A finales del 2000, la deuda interna del gobierno con suplidores extranjeros representaba apenas un 0.8% de la deuda pública total. Para el 2003, este tipo de deuda  era once veces de lo que era en el 2000 y representaba el 6% de la deuda total. El fuerte incremento en la deuda con suplidores extranjeros refleja el mal manejo de los  recursos del Estado durante la gestión de Hipólito Mejía. Cuando el PLD regresó al poder en el 2004, uno de los primeros compromisos que asumió fue el de reestructurar y reducir esta deuda. El PLD cumplió con su compromiso y logró reducir esta deuda en un 99% y ya representa menos del 0.04% de la deuda total.

Otro gran logro del gobierno del PLD ha sido reducir la proporción de la deuda, tanto interna como externa, con Bancos Comerciales. Durante el gobierno de Hipólito Mejía, más del 20% de la deuda pública oficial era con la Banca local y extranjera. Esta clase de deuda también resultaba ser muy costosa debido a las altas tasas de interés que cobra la banca en comparación con las que se pueden obtener de organismos internacionales y en los mercados de bonos soberanos. El gobierno del PLD ha logrado reducir el endeudamiento con los bancos comerciales. Se consiguió bajar la deuda con los bancos comerciales en casi un 40%, y como proporción de la deuda total se redujo de más de un 20% a menos del 6%.

La gestión del PRD y de Hipólito Mejía recurría sobremanera a la deuda con los suplidores y bancos comerciales -los mecanismos de endeudamiento más caros y menos eficientes- para hacer frente a sus obligaciones. Al gobierno del PLD le tocó recoger los platos rotos de la administración de Hipólito Mejía y reestructurar una deuda pública que se encontraba en estado crítico. Gracias a la estabilidad macro-económica, el mayor crecimiento de la economía dominicana y el fortalecimiento del sistema financiero que se han logrado durante la gestión del PLD, el Estado ha podido recurrir a los organismos internacionales y a los mercados de bonos soberanos para reestructurar su deuda y obtener mejores condiciones para el servicio de la misma que las que obtuvo el PRD.

El autor es Director General de Aduanas, ex-Superintendente de Bancos y ex-Director de la Oficina Nacional de Planificación.