La urticaria afecta a un 20% de la población en algún momento de su vida. Se trata de una afección de la piel caracterizada clínicamente por la aparición de ronchas ligeramente elevadas, de color rojizo o blanquecino, edematosas, con prurito o picor intenso.
La dermatóloga Silvia Marte señala que suelen aparecer en cualquier parte de la superficie cutánea o en las mucosas, que resultan muy molestas.
Revela que este padecimiento puede manifestarse en cualquier etapa de la vida, siendo más frecuente en mujeres y presentándose con mayor incidencia tras la adolescencia.
Causales. La doctora Marte señala que las causas de la urticaria son, en primer lugar, los medicamentos y con menor incidencia, los alimentos, picaduras de insectos y determinados antígenos tanto inhalados, ingeridos o de contacto.
“Sin embargo, en el ámbito pediátrico los alimentos son los principales responsables de esta patología, seguida de los fármacos y el resto de alérgenos; esta primacía de los alimentos se invierte en el tiempo a favor de los medicamentos”, aclara la dermatóloga y pediatra.
Cómo se detecta. Para obtener el diagnóstico, lo más importante es conseguir, a través de la historia clínica, todos los posibles factores causales y aspectos significativos del origen de la urticaria, según indica la directora del Centro Dermatológico Dra. Marte A.
Explica que el interrogatorio puede hacerse con los siguientes aspectos: tiempo de evolución de la enfermedad, frecuencia y duración de las ronchas, variación diurna, forma, tamaño y distribución de las ronchas; angioedema asociado, síntomas subjetivos asociados (prurito, dolor), historia familiar de urticaria o atopia.
“Además de alergias previas o actuales, infecciones u otras enfermedades, inducción por agentes físicos o ejercicio, uso de fármacos antiinflamatorios no esteroides (AINES), inyecciones, inmunizaciones, hormonas, laxantes, supositorios, gotas oculares y óticas; y terapias alternativas”, detalla.
La doctora apunta que también se deben tomar en cuenta los alimentos, el tabaquismo, tipo de trabajo, hobbies, ocurrencia en relación a los fines de semana, días festivos y viajes; implantes quirúrgicos, reacciones a picaduras de insectos, relación con el ciclo menstrual, estrés y la calidad de vida relacionada a la urticaria.

Tratamiento. La dermatóloga advierte que resulta fundamental evitar las sustancias que provocan la urticaria, si estas causas son conocidas.
Dice que en urticarias agudas se recomienda no ingerir alimentos ni fármacos que pueden empeorar la afección: aspirina y derivados, codeína y mórficos, colorantes, conservantes, frutos secos, bebidas fermentadas (cerveza y vino), quesos fermentados (los quesos curados), productos de charcutería, mariscos, conservas, tomate, fresas, plátanos, piña, manzanas, pescado congelado y alimentos pre-cocinados.
“El tratamiento principal de la urticaria son los antihistamínicos (algunos de los cuales pueden ocasionar somnolencia -primera generación- mientras otros, no -segunda generación-). En casos graves, extensos, y en angioedemas, resulta preciso añadir corticoesteroides sistémicos (orales o intramusculares). Si se compromete la vía aérea debe administrarse adrenalina subcutánea”, precisa.
¿Qué sucede cuando la urticaria se complica? Marte afirma que en ocasiones, la urticaria puede evolucionar a una anafilaxis, situación de gran gravedad en la que se pueden obstruir las vías respiratorias e incluso comprometer la vida del paciente.
“Resulta muy importante que se acuda inmediatamente al médico si presenta alguno de los siguientes síntomas: dificultad para respirar y/o cambios en la voz, inflamación de la lengua o la cara, o sibilancias (“pitos” al respirar)”, describe.