Hablemos de la Luna

Hablemos de la Luna

Es el satélite que tiene la Tierra y está sincronizado con ella; además, es el  único del sistema solar en el que el hombre ha hecho un descenso tripulado, hace 42 años.

La Luna refleja la luz solar de manera diferente según donde se encuentre. Gira alrededor de la Tierra y sobre su eje en el mismo tiempo: 27 días, 7 horas y 43 minutos. Esto hace que nos muestre siempre la misma cara. Aunque parece brillante, sólo refleja en el espacio el 7% de la luz que recibe del Sol.

 Su diámetro es de unos 3.476 km. que es  aproximadamente una cuarta parte del de la Tierra.

Dado que la Luna gira alrededor de la Tierra, la luz del Sol le llega desde posiciones diferentes, que se repiten en cada vuelta. Cuando ilumina toda la cara que vemos se llama luna llena. Cuando no la vemos es la luna nueva. Entre estas dos fases sólo se ve un trozo de la luna, un cuarto, creciente o menguante.

A veces, el Sol, la Luna y la Tierra se sitúan formando una línea recta, entonces se producen sombras, de forma que la de la Tierra cae sobre la Luna, o al revés. Son los eclipses.

Cuando la Luna pasa por detrás y se sitúa a la sombra de la Tierra, se produce un   eclipse lunar. Cuando la Luna pasa entre la Tierra y el Sol, lo tapa y se produce un  eclipse solar. Cuando uno de los astros oculta  totalmente al otro, el eclipse es total, si no, es parcial.

Algunas veces la Luna se pone delante del Sol, pero únicamente oculta el centro, entonces el eclipse tiene forma anular, de anillo.

Este satélite  tiene una atmósfera, aunque ésta es  insignificante debido a su baja gravedad. Allí existen  montañas, cráteres y otras formaciones. Las  cadenas de montañas llevan nombres como Alpes y Apeninos,   iguales a otros que hay en la  Tierra.

En 1609, Galileo Galilei observó por primera vez la Luna con telescopio y afirmó en su libro Sidereus Nuncius que no era lisa ya que tenía cráteres. En  1610 pudo distinguir dos regiones superficiales distintas. A las regiones oscuras las denominó «mares», los cuales, por supuesto, no tienen agua y llevan nombres tales como Mar de la Serenidad y Mar de la Fecundidad. Más tarde, aun en el siglo XVII, Giovanni Battista Riccioli y Francesco Maria Grimaldi trazaron un mapa de la Luna y dieron nombre a muchos de esos cráteres.

La Luna ejerce una importante influencia cultural dentro del lenguaje, el calendario, las artes y la mitología.

Las primeras civilizaciones ya medían el tiempo contando las fases de la Luna. Una semana es lo que dura cada fase, y un mes, aproximadamente, (de 28días) todo el ciclo.

En muchas culturas prehistóricas y antiguas, la Luna era una deidad u otro fenómeno sobrenatural. El término selenita, de origen griego, es el supuesto gentilicio de este satélite. Proviene del nombre «Selene», diosa griega que está asociada a la Luna.

En castellano el primer día de la semana, «lunes», tiene su raíz en el «día de la Luna» (Dies lunae, en latín). Esto se puede ver también en otros idiomas, que hay días de la semana que guardan relación con el satélite de la Tierra.

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