Al establecer una posición correcta para dormir, podemos evitar enfermedades musculares o respiratorias. Fuente Externa.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) apunta que “dormir no es sólo un placer, es una necesidad”. El descanso es esencial tanto para mantenernos activos durante nuestro diario vivir como para relajar los músculos y la mente. Por lo tanto, es conveniente encontrar las mejores fórmulas para levantarnos descansados y relajados.
Además del estrés, dormir menos de ocho horas al día, haber tomado de más la noche anterior, practicar ejercicios de forma inadecuada… la postura determina en buena parte la calidad del sueño.
No adoptar una posición adecuada durante las horas de sueño puede provocar o agravar molestias musculares o dificultades respiratorias.
Cientos de estudios han tratado de aclarar cuáles son las posturas más apropiadas y las más erróneas, sin llegar a un resultado preciso.
De acuerdo al doctor Francisco Bentz Brugal, gerente de Medicina Física y Rehabilitación de Cedimat, no existe una postura ideal para dormir, puesto que todo depende de cada persona, de los padecimientos que esté sufriendo o de la posición que le resulte más cómoda.
“Las generalidades de este tipo de recomendaciones pueden variar, pero hay esquemas. Si una persona no padece ningún tipo de dolencia, lo más importante es que adopte una postura que le permita relajarse y entrar más fácil al ciclo de sueño”, aclara Bentz Brugal.
Sostiene que dormir es un reflejo de cómo vivimos el día, es así como una persona cuya vida sea un caos, siempre tendrá un sueño caótico, porque “es imposible que alguien viva mal y duerma bien”.
No obstante no exista una posición concreta para dormir, el especialista revela que la postura más saludable es dormir de lado.
“Es una de las posturas que está más relacionada con la mayor profundización del sueño. La persona pone el cuerpo de lado y semiflexionado en las articulaciones, con una almohada entre las piernas. Esta aleja los dolores cervicales y de espalda, disminuye los ronquidos, mejora la respiración y reduce el reflujo gastroesofágico”, explica.
Asimismo, dormir sobre la espalda, es decir, boca arriba, es una correcta colocación para descansar. Ayuda a prevenir el dolor de cuello y espalda, ya que la columna reposa recta y sin forzar. A su vez, mantiene firme el pecho de la mujer.
La menos sugerida es la postura boca abajo, ya que afecta los músculos, las articulaciones y los nervios, y causa problemas en el cuello, en la espalda baja, acortamiento de los tendones, fascitis plantar…
Posiciones para molestias puntuales. El fisioterapeuta señala que si un individuo tiene molestias precisas sí existen recomendaciones esquematizadas para dormir.
“Por ejemplo, para una persona que sufre de dolores en la espalda, la postura recomendada es relajada sobre la espalda, mientras que alguien que tiene problemas en los hombros, debe dormir sobre la espalda pero con una almohada cuidando el área afectada o sobre el hombro que está bien”, explica el doctor, quien también labora en el centro Rehabilitek.
Para aquellos que sufren de reflujo o acidez se aconseja descansar sobre un par de almohadas (colocadas desde los hombros) de manera que el cuerpo quede en una diagonal sobre la espalda.
Si alguien presenta dolor de cuello, debe tratar de mantenerlo en una postura neutral y evitar dormir sobre el estómago, mientras que si sufre de fascitis plantar, lo correcto es dormir sobre la espalda y mantener los pies y tobillos en una posición relajada.
Si tiene dificultad para respirar o ronquidos, lo ideal es evitar descansar sobre la espalda. Duerma de lado o sobre el estómago para evitar la obstrucción de la garganta con la lengua.
Tomar en cuenta. No debe olvidar cuidar los colchones y almohadas: es necesario voltear los colchones de forma regular y renovarlos cuando sea necesario. Las almohadas deben estar limpias, y no sólo las fundas, sino también su interior.