La percepción es un proceso cognitivo mediante el cual se recibe información del exterior a través de los diferentes sentidos.
Diversas teorías psicológicas, como la Gestalt, explican que es el primer paso de la elaboración cognoscitiva, ya que es aquí que la información recibida se hace conocible y comprensible.
A propósito de la inseguridad ciudadana, el Gobierno, a través de instancias como el Ministerio de Interior y Policía y la misma Policía Nacional, se ha empeñado en afirmar que no existe tal problema y que todo se trata de percepción.
Con esta «respuesta» trata de equiparar la palabra percepción a falsedad, cosa que no hace la psicología, y además trata de «satanizarla».
Pero olvida el Gobierno que para instaurar su obra reeleccionista se valió justamente de la percepción. A base de encuestas, se sentó la percepción de que el presidente Danilo Medina tenía una popularidad que llegaba a la estratosfera.
A seguidas se hizo una campaña interna para sembrar la percepción de que la candidatura danilista era indispensable para que el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) mantuviera el poder.
Solo se gana con Danilo o con Danilo se gana más fácil fue la percepción que se sembró y se alimentó.
Obtenida la candidatura, según un informe del movimiento cívico Participación Ciudadana (PC) durante el 2015 el Gobierno incrementó el gasto publicitario en 37%, por lo que se estiman unos 10 millones de pesos por día. Parte de este dinero se usa para crear la percepción de que la candidatura es invencible y que la victoria se dará en primera vuelta.
¿Por qué si la percepción fue útil para la causa reeleccionista no es válida ahora para que las personas, incluyendo a los turistas, se sientan seguras y tranquilas al circular por las calles del país?
De la seguridad ciudadana se desprenden importantes derechos fundamentales como el derecho a la vida y al libre tránsito. El Gobierno está en el deber de lograr que la gente PERCIBA que vive en un país seguro.
Las encuestas fueron el mecanismo por excelencia usado para sembrar y después demostrar cuan grande era la percepción pro reelección. Justamente, en diferentes encuestas el pueblo está gritando que se siente inseguro. El Gobierno está en el deber de accionar para que la población se sienta segura. Y esto para un Presidente que tiene el oído en el corazón del pueblo no debería ser tan difícil, a menos que una cosa sea con guitarra y otra con violín.