El título de este artículo corresponde al libro que pusimos en circulación el 26 del pasado mes en la Universidad Pedro Henríquez Ureña. En esa ocasión expresamos, luego de agradecer la presencia de amigos, colegas y familiares al acto, algunas ideas que de manera sintética las presentamos en este trabajo.
El Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, en su discurso de aceptación del Premio Rómulo Gallegos expresó: “La vocación literaria nace del desacuerdo de un hombre con el mundo, de la intuición de deficiencias, vacíos y escorias a su alrededor”. “La literatura es una forma de insurrección permanente y ella no admite las camisas de fuerza”. “Todas las tentativas destinadas a doblegar su naturaleza airada, díscola, fracasarán”. “La literatura puede morir pero no será nunca conformista”. “Sólo si cumple esta condición es útil la literatura a la sociedad”.
Cuando leímos este discurso, sabíamos que desde siempre hemos seguido la esencia de sus planteamientos porque nunca hemos sido ni podríamos ser conformista. Por esa razón, cada vez que enfocamos el Sistema Nacional de Salud del país, jamás validamos sus fallas sin plantear soluciones, aunque tampoco hemos dejado de reconocer sus logros cuando se han producido.
No podemos conformarnos con el estado del sistema sanitario actual porque carece de los recursos indispensables para brindar al pueblo salud universal en calidad y calidez adecuada.
Tampoco nos conformamos con la falta de organización porque es un problema que hemos venido padeciendo desde hace mucho tiempo.
Y es que los estudios realizado por la Organización Panamericana de la Salud, en lo que atañe a la inversión en la salud de un país, como la República Dominicana, debería ser del orden del 6% del PBI. Actualmente, y en los años anteriores, apenas recibe del 1.2% al 1.3% del PBI.
Esta baja inversión en salud explica las dificultades que hemos tenido para contener las epidemias. De ese escaso presupuesto, se invierte en salud colectiva, en programas de prevención y promoción para este año fue presupuestado 29.2 millones de dólares, en moneda nacional asciende a RD$ 1,285 millones de pesos. Menos que los años anteriores. Estos programas contemplan: vigilancia epidemiológica, prevención y control materno-infantil, infecciones de transmisión sexual, VIH y sida, tuberculosis, salud bucal, salud mental, salud de las embarazadas y período neonatal, desnutrición, inmunizaciones, riesgos ambientales, enfermedades crónicas, emergencias y desastres, control de vectores y enfermedades transmitidas por vectores como el dengue y actualmente la chikungunya, promoción y educación para la salud y otras. Además de la gestión técnica y administrativas.
En nuestro libro aparecen temas muy sensibles, por ejemplo: ¿Cómo es posible que los mataderos de nuestro país, que hace poco registraban unos 117, el 80% de éstos no cumplen con las condiciones mínimas sanitarias para operar?”
El amigo Leonte Brea dijo recientemente, cuando le preguntaron si la literatura y el pensamiento deben estar al servicio de alguna persona o ideología: “que deben estar en consonancia con la conciencia del escritor. De sus proclividades… de lo que crea, valore y sienta, pero nunca con alguna forma de alienación supuestamente ventajosa. Lo contrario es manifestar lo que no se quiere decir o, aún peor, lo que conviene a un poder dominante, ya sea por temor o por beneficios coyunturales. Esto desde luego, mutila la creatividad, la libertad del ser y es síntoma de automutilación”.
Reiteráramos nuestro agradecimiento al apoyo que nos han brindado, al tiempo que los invitamos a un pequeño intercambio social. Brindemos, amigos todos, con alegría por nuestro primer libro de una serie que pondremos a circular.