Algunos seguidores en las redes y “comentaristas” de mis artículos con cierta frecuencia me piden que hable de la supuesta corrupción en este gobierno y justamente, sobre eso y la transparencia, voy a tratar de exponer mi opinión sobre temas vitales para el desarrollo institucional de un país y el uso eficiente de los recursos.
La corrupción es una especie de cáncer que ha hecho metástasis en el cuerpo social de muchos países, baste hojear la prensa para darse cuenta lo que ha ocurrido en España, en Brasil, en Argentina y hasta en los Estados Unidos donde delincuentes de cuello blanco, sofisticados banqueros, llevaron al mundo a la primera crisis financiera de la globalización, crisis que ha sacrificado una generación completa en muchos países.
En República Dominicana la corrupción es endémica y la mayoría de las fortunas del país, no solo el reducido número de las familias ilustres, deben su acumulación originaria, y a veces hasta la final, a los negocios con los gobiernos de turno. Esto desde Ulises Hereaux hasta nuestros días.
La corrupción no es patrimonio exclusivo de los políticos. No. También una parte del empresariado históricamente se ha forjado al calor de los contratos y los vínculos con las cúpulas gobernantes. Tampoco se limita a políticos y empresarios. Aunque son pocos mencionados, una cúpula militar y policial se ha enriquecido con los negocios y comisiones que les han proporcionado sus puestos. Cabe agregar también los corruptos enriquecidos por el narcotráfico y el lavado, desde los mismos involucrados en el negocio, hasta los que les brindan protección.
La única corrupción que preocupa, la que aparece en las encuestas, la que se utiliza como bandera de ataque en tiempos de campaña es la que involucra a funcionarios especialmente a los gobiernos de turno. No es accidental que en cada encuesta realizada en las últimas décadas el gobierno más corrupto es el que rige los destinos cuando se levanta la encuesta.
¿Qué se ha hecho en los últimos años para mejorar la transparencia y atajar la corrupción?
Estoy convencido que en las administraciones del PLD es donde más se ha hecho en esa materia. En noviembre de 1996, en la primera administración del Dr. Leonel Fernández, se emitió el Decreto 581-96 con el objetivo de diseñar un programa de administración financiera (PAFI), pero el Congreso dominado no aprobó el financiamiento del BID y el gobierno de Hipólito Mejía con esos recursos apenas promulgó la Ley de Contabilidad Gubernamental.
En la segunda administración del Dr. Leonel Fernández, tan pronto se obtuvo mayoría congresional en 2006, se logró implementar la Reforma de la Administración Fiscal, con un conjunto de leyes como la de Presupuesto, Control Interno y Auditoría, Ley de Tesorería, Crédito Público, Compras y Contrataciones Públicas, así como el Sistema Integrado de Administración Financiera (SIAFE) y la herramienta tecnológica, el Sistema de Información de la Gestión Financiera (SIGEF).
La administración del Lic. Danilo Medina ha dado pasos firmes en pos de la aplicación del conjunto de leyes contentivas en la Reforma de la Administración Fiscal y en ese sentido ha fortalecido la Dirección de Contrataciones Públicas, la Dirección de Presupuesto ofrece mejor información en términos cualitativos y cuantitativos, es una realidad la Cuenta única del Tesoro, se han multiplicado las licitaciones, la construcción de las aulas han sido sorteadas, se ha dado un porcentaje de las compras gubernamentales a las mipyme y se creó la figura de los veedores, con personalidades de la sociedad civil, para supervisar los procesos de compras de las instituciones del Estado. Ningún gobierno ha hecho más que los del PLD para mejorar los niveles de transparencia y disminuir la corrupción.

El gobierno del Lic. Danilo ha realizado un serio esfuerzo; todavía es necesario fortalecer la Cámara de Cuentas, la independencia judicial; la oposición asumir con seriedad el tema y no solamente en tiempos de campaña y la sociedad penalizar moralmente los corruptos públicos y privados y eliminar la práctica de tolerar a sus “corruptos predilectos”.