Muchas personas, incluyendo a la oleada de imberbes que ocupan los micrófonos televisivos y digitales, afirmaron con cierto desgano que en su discurso de rendición de cuentas el presidente Luis Abinader no se refirió al esperado tema de si buscará o no una repostulación presidencial. Esta afirmación de los comentaristas y probablemente de ciudadanos que esperaban que el mandatario hablara de este asunto, no parece del todo cierta. Depende de cómo se lea el discurso. Yo creo que el licenciado Abinader sí dejó sentado que buscará mantenerse en la silla presidencial más allá del 2024. Veamos la pieza oratoria en todo su contexto, sin recurrir a la plusvalía interpretativa. El camino de la casa del Presidente al Congreso Nacional estaba “cercada” por personas, en su mayoría jóvenes, que con pancartas en manos clama van por cuatro años más para Abinader. En segundo lugar, el discurso desbordó la obligación constitucional. No era necesario rendir memorias ministerio por ministerio, como lo hizo, como si fuera un recordatorio para que su audiencia –el país—no olvidara nada de lo que su administración hizo en 2022 y en años anteriores. Aquí es bueno tomar en cuenta que a lo largo de su extenso discurso, el recurso de la comparación con la “gestión anterior” fue permanente. ¿Qué quería esto decir? Mi Gobierno ha sido mejor en menos tiempo.

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Una característica de la gestión del presidente Abinader ha sido mantener en la memoria de la población todo lo que hace. Su profusa y elegante publicidad así lo atestigua. En este aspecto ha sido un fiel seguidor de Danilo Medina Sánchez. Sigamos con el discurso y veamos algunas expresiones redactadas con particular fineza. Después de alabar la acción la acción del 27 de Febrero de 1844, con intensidad poética, sigue en el mismo tono diciendo:

–“Continuemos orgullosos de ser dominicanos…”

–“Continuemos con optimismo, con la confianza en el porvenir…”

–“Seguros de que juntos, como siempre, no habrá desafío que no podamos superar”.

Pero estas expresiones adquieren mayor dimensión continuista, a nuestro juicio, con esta otra: “Esta República Dominicana que estamos construyendo…”

Y más: “¡Sigamos haciendo Patria”.

Observe el lector atento los verbos utilizados en estas frases, sin olvidar que el orador acababa de poner de manifiesto ante su auditorio su fidelidad al cargo que ocupa y a los dominicanos, su trabajo incansable y su desvelo a favor de los dominicanos, sobre todo de los más necesitados.