POR MARIO MÉNDEZ
La licitación del transporte de combustibles ahorraría unos RD$750 millones al año, recursos que podrían ser destinados a la salud y la educación o para transferirlos a los consumidores, según documento en que se proponen soluciones a los problemas que enfrenta el sector.

En la propuesta se plantea que aún con ese ahorro el negocio sería rentable.

Se plantea que la licitación del transporte de combustibles ayudaría a evitar conflictos que provocarían daños económicos y sociales al país, o impedirían al gobierno cumplir sus metas.

Se plantea que el ente regulador del transporte de combustibles debe seguir manejando esa área de la economía, en base a la política que se propone, la cual aseguraría tarifas más bajas para ese vital servicio y asegurando plena libertad a las compañías distribuidoras de combustibles para elegir a sus transportistas, “pero con un control del regulador sobre cumplimiento de volúmenes, con sanciones a quienes no cumplan con lo establecido”.

Además, la propuesta plantea que realización de un estudio para asignar a los choferes que conducen las unidades de trasporte, salarios acordes a los precios de mercado y que se correspondan con su labor, “lo que evitaría conflictos en un área tan importante como es el suministro de combustibles”.

El documento a que tuvo acceso este diario indica que con la aplicación de la señalada propuesta, se superarían los problemas que enfrenta en estos momentos el transporte de combustibles, “sin perjudicar a nadie, excepto que aseguraría que bajen a sus niveles justos los grandes beneficios que obtiene no más de una docena de ricos empresarios”.

Se explica que en el transporte de combustibles existe una pugna por quién va a quedarse con el pastel, entre compañías distribuidoras, la Asociación de Transportadores de Productos de Petróleo (ATP) y el Sindicato de Choferes (SATPA).

Se recuerda que en varias oportunidades el Sindicato de Choferes hizo huelgas a la ATP buscando un poco más del pastel, y “eso dio como resultado una relación tensa entre ellos, trayendo como consecuencia que las compañías distribuidoras obtuvieran un incremento en su participación en el mercado, ya que de un 6% en el año 1997, actualmente están transportando aproximadamente entre el 40% y el 49% del volumen a través de camiones tanqueros”.

“Ahora para poderles hacer rebajar ese porcentaje se han puesto de acuerdo tanto la ATP como el SACTPA, y esto seguirá creando serios problemas no sólo en el transporte, sino también en el suministro de combustibles a los lugares de expendio y a los consumidores e industriales”, advierte el documento.

Resultados esperados:

*Libertad de las compañías distribuidoras de elegir a sus transportistas.

*Tarifas más bajas por el servicio.

*Ahorro para el gobierno.