Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal (Fed), pronunció unas breves palabras en el marco de un encuentro que celebra el banco central estadounidense en Chicago, que han sido interpretadas por el mercado como de que habrá una bajada de tipos inminente en Estados Unidos.
Por primera vez en muchas semanas, el gobernador del banco central más poderoso del mundo ha prescindido de la recurrente palabra «paciencia» de sus últimos mensajes y ha abierto la puerta a un recorte de las tasas, en plenas incertidumbres sobre una guerra comercial de Estados Unidos contra el mundo que no cesa.
El presidente de la FED aseguró que «no sabemos cómo o cuándo», incertidumbres como las disputas comerciales se van a resolver, pero ha dejado clara una cosa: «Monitorizaremos las implicaciones en la economía de Estados Unidos y actuaremos según corresponda para sostener la expansión, con un mercado laboral fuerte y una inflación cercana a nuestro objetivo del 2%».
Las palabras de Powell confirman los mensajes que otros responsables de la Fed han lanzado en los últimos días.
El presidente de la Reserva Federal de San Luis, James Bullard, adelantó que una rebaja en los tipos de interés «podría estar garantizada pronto».
Las tasas en Estados Unidos permanecen en la horquilla de entre el 2,25% y el 2,5% en la que quedaron fijadas en diciembre, tras los cuatro incrementos aplicados en ese ejercicio.
La ralentización de la economía global obligó a la Fed a tomar una pausa y a adelantar que no habría nuevas subidas hasta, al menos, 2020. Sin embargo, las impredecibles consecuencias de la guerra comercial han puesto la bajada de tipos encima de la mesa este año.
Según el responsable de la Fed en San Luis, «un entorno de elevada incertidumbre en torno al régimen de comercio global podría ser un factor negativo para el crecimiento mundial que podría afectar al rendimiento macroeconómico de Estados Unidos». El vicepresidente de la Reserva Federal, Richard Clarida, también favoreció un proceso de bajada de los tipos.