BARAHONA.  Se cumplieron siete años de la desaparición de 11 personas, entre ellas una profesora, que salieron de la desembocadura del río Yaque del Sur en una yola hacia Puerto Rico.

Los viajeros salieron el jueves 10 de febrero del 2005, desde el lugar denominado “la boca del río”, rumbo a la vecina isla a bordo de  una embarcación que tenía uno de los dos motores con desperfecto.

En la yola partieron Claudio Alberto Acosta (Ton), Newton Valdez (Quiquilo), Darinel Medina, Bernardo Ford, Wander Féliz y la profesora Rosa Ramírez, quien al momento del viaje se desempeñaba como técnica de la regional de  Educación en el área de currículo.

Además viajaban los identificados como Magino, Moncho y Chein, estos últimos hermanos, y otras dos personas que vinieron a esta ciudad para hacer el viaje, desde Santo Domingo.

En estos siete años, los familiares de los desaparecidos nunca han tenido información de cuál fue el destino de los viajeros, a pesar de las múltiples versiones que han circulado.

El viaje iba a ser realizado por 19 personas, pero ocho decidieron no hacerlo a última hora. La  profesora Ramírez, que iba en la embarcación,  intentó hacer el viaje porque su esposo residía  en Puerto Rico.

Se quedaron.          Las ocho personas que  no hicieron   la travesía, supuestamente cambiaron de opinión porque la yola estaba cogiendo agua  antes de iniciar el viaje, además del problema de uno de los motores.

La yola tenía unos 20 pies de largo con un motor de 25 caballos de fuerza, en tanto que el otro motor, de 40 caballos de fuerza, tuvo desperfectos mecánicos.

Los desaparecidos residían en los barrios Villa Estela, Palmarito, Los Barracones de Jabid y en otros puntos de esta localidad.

Se trata de la primera vez que se reportó que una yola saliera a Puerto Rico de viaje ilegal desde la desembocadura del Yaque del Sur.

Las claves

1.  Sin noticias

A siete años del viaje, familiares de las once personas que viajaron dicen que desconocen el  destino de sus seres queridos.

2.  Futuro incierto

Cientos de personas arriesgan su vida   viajando hacia Puerto Rico en frágiles embarcaciones. Muchos pierden la vida en las turbulentas aguas.