Hace calor, ¡a comer helados caseros!

Hace calor, ¡a comer helados caseros!

Comer helados hechos en casa y elaborados por  nuestras  manos  siempre ha sido una experiencia, además de refrescante, muy gratificante por los recuerdos que a borbotones nos invaden.

Los helados caseros  hacen revivir con cierta nostalgia nuestra niñez, y más aún a las personas procedentes de pueblos del “interior”, donde su venta es todavía un medio de vida para muchas familias.

Hasta el día de hoy, la promesa de un helado cambia de inmediato el comportamiento inapropiado  de cualquier niño. Una buena forma de “negociar”, ¿verdad?

En estos días tan calurosos,   a todos les  puede caer bien un rico helado casero. Disfrutar de este postre   es bueno y en cierto punto saludable, siempre y cuando los ingredientes sean usados con moderación, especialmente el azúcar.

Además de ser delicioso y refrescante,  el helado  aporta diferentes  beneficios que se derivan  de las frutas e ingredientes  usados en su elaboración, proporcionándonos  proteínas y energías.

Este postre puede ser hecho de diferentes  frutas, que por  lo general son tropicales y están de temporada en  esta época del año.

Hacer un  helado   de frutas lleva, por lo general: la fruta de su preferencia, azúcar y agua o leche, pero también se puede utilizar yogur, chocolate, vainilla y otros ingredientes.

Complacer a los más pequeñitos  de la casa no es difícil si sabemos preparar helados.

La importancia de hacer helados en el hogar  radica en que uno puede controlar los ingredientes, así  como eliminar o sustituir algunos que no son favorables o simplemente no tomar  en cuenta los que puedan ser perjudiciales para la salud o para el organismo de quienes los van a consumir.

Otro punto importante es buscar las frutas e ingredientes frescos, de modo que el postre sea de primera calidad.

Con relación a los moldes a usar en los helados no tiene que salir de casa si así lo desea. Lo primero que debe hacer es decidir  qué forma quiere darle, pues de eso va a depender el tipo de molde o vasija que requiera. En casa puede encontrar pequeños recipientes  útiles para llevar a la nevera los postres sin necesidad de desmoldarlos; puede buscar funditas para helados y palitos de paletas, y entrarlos en la mezcla cuando aun esté líquida,  antes de llevarlos al congelador.

Helados caseros quiere decir que todo lo que va a usar es fácil de conseguir. Por eso hoy le enseñaremos recetas de helados que cumplen con lo que se busca: frescura, sabor natural e ingredientes sanos.   

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Recetas

Helado de batata

Una taza de batata sancochada y majada, una litro de leche, 8 yemas de huevos, 10.5 onzas de azúcar, una cucharadita de vainilla, una cáscara de naranja y una astilla de canela

Preparación. Hervir la leche con la cáscara de naranja y la canela. Mezclar las yemas y el azúcar y agregar a la leche caliente. Retirar la cáscara y la canela. Agregar la vainilla, mezclar bien y bajar el fuego hasta  que espese. Llevar al congelador y cuando esté medio congelado, sacar y agregar la batata. Mezclar bien y poner de nuevo en el congelador hasta  que esté  helado.

Helado de coco

1 litro de leche entera, 2 cucharadas grandes de maicena, 1 cucharadita de vainilla, 9 onzas de azúcar, 2 huevos, coco rayado al gusto, moldecitos para helado.

Preparación.  Poner a hervir la leche con la vainilla y agregar la maicena previamente disuelta en un poco de leche fría. Cuando vaya a empezar a hervir, bajarle el fuego para evitar que se queme. Aparte, ir montando las claras a punto de nieve con la mitad de azúcar. Mezclar  la otra mitad con las yemas. A continuación, unir las mezclas anteriores, preparar los moldecitos que hayas seleccionado. Echar en cada uno  la mezcla anterior y dejar  congelar aproximadamente por 24 horas. Después de esto, solo queda disfrutar. ¿Verdad que es fácil?

Helado de chocolate

3  huevos, separando las claras de la yema, 2.5onzas de azúcar, 5 onzas de chocolate,  media libra de nata montada.

Preparación. Ablandar el chocolate  a fuego lento, al baño maría. Batir las claras a punto de nieve. Cuando estén bastante espumosas, añadir poco a poco el azúcar, sin dejar de remover. Mezclar las  yemas  con el chocolate fundido y después, echar poco a poco mezclando con las claras batidas y el azúcar.  Agregue todo esto a  la nata hasta lograr una mezcla homogénea y ya está listo para meterlo al congelador.

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