«Hace falta incrementar el comercio de RD hacia Argentina»

«Hace falta incrementar el comercio de RD hacia Argentina»

POR ISAOLYM MIESES
El comercio de Argentina hacia República Dominicana rondó los US$110 millones en el año 2004. El hecho de que la balanza comercial esté un 99% inclinada hacia el país sudamericano necesariamente lleva a la conclusión de que para aprovechar las posibilidades de una fructífera relación bilateral, tiene que haber una ida y vuelta.

De ahí que durante su visita al país, los embajadores argentinos Aníbal Gabriel Gutiérrez y Eduardo A. Sigal, reiteraran la invitación a empresarios y funcionarios dominicanos para explorar las posibilidades comerciales hacia ese país.

El jefe del gabinete del señor canciller y el subsecretario de Integración Económica Americana y MERCOSUR, respectivamente, visitaron la República Dominicana con la misión de avanzar más en las relaciones bilaterales.

Además de las reuniones de trabajo en la Cancillería y en la Secretaría de Agricultura, la agenda contó con una visita a la Secretaría de Cultura.

En esta ocasión para agradecer personalmente la invitación a Argentina de participar como «país invitado de honor» en la «IX Feria Internacional del Libro». Excelente oportunidad, según dijeron, para fortalecer las relaciones culturales y la comercialización de la pujante industria argentina del libro en la República Dominicana.

En su mensaje a los dominicanos, los funcionarios argentinos quisieron enfatizar sobre el aspecto afectivo del acercamiento entre Argentina y República Dominicana. Resulta muy valioso para ellos la empatía y la acogida que sienten con este pueblo caribeño. Durante el grueso de la conversación con Hoy, Sigal abordó algunos aspectos de interés sobre los pasos del proceso de integración de América Latina.

– ¿Cómo se siente el pulso de las relaciones bilaterales?

El MERCOSUR está interesado en avanzar en los acuerdos comerciales y por eso estamos abriendo nuestras negociaciones con el Sistema Integrado de Centro América (SICA), con el Cieca y con el CARICOM. Hemos planteado el interés de que el presidente Leonel Fernández, o un representante, nos acompañe en la cumbre presidencial del Mercosur que será el ocho y nueve de diciembre, en Montevideo, para ver si podemos progresar en el conocimiento mutuo y la posibilidad de formalizar algunos acuerdos. No es que venimos a buscar más mercado, lo que venimos es a plantearnos un poco las cosas como las estamos viendo en el MERCOSUR y la Argentina.

– ¿Cuáles son las perspectivas inmediatas en el ámbito comercial?

Desde el punto de vista puntual hemos hecho un planteo del acceso de nuestras carnes a República Dominicana. Entonces hemos planteado la posibilidad de que una delegación de la Secretaría de Agricultura nos puedan visitar y establecer la posibilidad del comercio de nuestras carnes. Y también queremos incentivar que distintas misiones empresariales dominicanas vengan a la Argentina a ver las posibilidades de vender sus productos en nuestra región. Porque creemos que esto tiene que ser una ida y vuelta. Yo te diría que hemos estado trabajando con un muy buen clima. El comercio de Argentina hacia Dominicana es importante. En el año 2004 rondó los US$110 millones.

– ¿Con una balanza de 99 % a favor de la Argentina?

Por eso yo digo que también hay que incidir sobre los empresarios dominicanos para que vengan a la Argentina, vean qué es lo que pueden vendernos. Nosotros sabemos que no se puede profundizar una relación con este nivel de desigualdad.

– ¿Cuáles productos dominicanos cree usted que tendrían una buena oportunidad en el mercado argentino?

Yo no conozco en detalle, pero lo que sí sé es que ustedes son fuertes productores de ron, tabaco y esas cuestiones se consumen en Argentina. De hecho, sí nos venden en pequeñas cantidades, así como algunos instrumentales médicos, y algunas partes de aparatos. Yo creo que hay que investigar un poco más. Tiene que haber posibilidades de incrementar el comercio de ustedes hacia nosotros.

De cara al DR-CAFTA, ¿Será que Argentina ve en este país un puente o plataforma para introducir su «Know How» en Estados Unidos?

No lo tengo estudiado y no quisiera ser ligero en la respuesta, pero es un tema que nos han planteado en las distintas entrevistas que tenemos, con lo cual creo que es un punto a estudiar. Yo creo que a través de los mecanismos de asociatividad, de complementariedad, de incorporar algunos avances científicos tecnológicos, que se han desplegado en Argentina, en los procesos productivos de aquí, se puede ir encontrando la interrelación. No sólo pensando en el mercado interno dominicano, sino pensando en las posibilidades exportadoras de República Dominicana a mercados muy exigentes y desarrollados, como es el caso de Estados Unidos.

– ¿Qué busca y que le interesa a Argentina del Caribe?

Avanzar en la relación entre el MERCOSUR y el bloque del Caribe. Por ejemplo, sabemos que en Dominicana hay problemas de electricidad. Nosotros hemos desarrollado energía eléctrica de base nuclear. Hay que estudiar si es posible proveer reactores para resolver parte de los requerimientos energéticos que tiene Dominicana. Nosotros fabricamos un tipo de avión que sirve para el entrenamiento y también puede servir para el control, la vigilancia de la zona, para evitar el tema del narcotráfico.

En ese camino de la integración de América Latina, ¿La creación de bloques como MERCOSUR y CARICOM, constituyen tropiezos o pasos de avance?

El que nos agrupemos con nuestros países cercanos es la característica de este proceso de la globalización. En el Grupo Río, encontramos que es un ámbito en el que nos ponemos de acuerdo sobre qué es lo que hay que hacer en cuanto a diferentes aspectos. Me paree que estas son las cosas que van generando los puntos comunes de trabajo. Tenemos enemigos fuertes que también son enemigos de los países desarrollados. Por ejemplo, todo lo que podamos hacer contra el terrorismo y el narcotráfico. Todo lo que podamos hacer para desarrollar los procesos productivos y la inclusión social, para generar trabajo calificado y no de cuarta categoría.

– ¿El argentino es el único pueblo que puede elevar la autoestima de Latinoamérica?

No sé si somos los únicos, pero queremos formar parte de esta generación de latinoamericanos que pensamos cómo podemos aportar para vivir mejor en un mundo que es muy exigente y muy difícil.

Desde la experiencia del Mercosur, ¿Qué debemos aprender?

La integración regional en mí opinión es la posibilidad de insertarnos en este mundo global defendiendo los derechos de quienes nos asociamos con mejores posibilidades, que cada uno individualmente. Ahora, el proceso del Mercosur, tienen luces y sombras, porque no ha estado al margen de las crisis de nuestros países. Tampoco hemos estado al margen de las ideas hegemónicas, como pasó en los 90 con el neoliberalismo.

Acotación: Con el tiempo cada vez gana más peso el componente humano.

Nosotros arrancamos con un proyecto de integración en la década del 80 que termina de concretarse en el año 91 cuando las ideas hegemónicas eran las del neoliberalismo. Lo importante era la transacción comercial. Se mercantilizó la relación entre nuestros países y desapareció la preocupación por lo cultural, la formación, la capacitación, la calidad de vida, el medio ambiente y las instituciones. En el comercio nos fue bien en esa época. Argentina creció para esa época un 80% su comercio hacia el interior de los países del Mercosur. Sin embargo casi estallamos. ¿Qué ocurrió? Primarizamos nuestra economía, destruimos nuestra industria porque las cosas elaboradas, venían de los países desarrollados y nosotros crecíamos vendiendo productos con escaso valor agregado.

– ¿Un defecto del MERCOSUR?

Tiene una débil institucionalidad, es un bloque regional que se asienta fundamentalmente en la intergubernamentalidad, que quiere decir un acuerdo entre los gobiernos, pero tiene poca estructura y poca definición de carácter regional. Esto me parece que es un tema débil. Afortunadamente, estamos avanzando en la creación de un parlamento común.

– ¿Qué tipo de conflictos se producen a lo interno en el MERCOSUR?

No desde el punto de vista de la producción primaria o lo que queremos exportar a terceros países. Sin embargo, Argentina está teniendo algunas dificultades con Brasil en estos momentos, en cuanto a productos como textiles, zapato, línea blanca, como son productos de cocina, lava ropas, heladera. Pero para este tipo de situaciones hemos conformado una comisión de monitoreo del comercio, que analiza estos temas conflictivos. Se sienta con los sectores privados, trata de llegar a algunos acuerdos, ya sea de autolimitación de los procesos de exportación para no afectar a una de las ramas de la producción de un país determinado, o incentiva procesos de asociatividad entre empresas de uno y otro país que nos permitan desarrollar esto más armónicamente.

– ¿Hay economías más desarrolladas y hay economías menos desarrolladas del MERCOSUR?

Esto nos lleva a que reconozcamos que hay asimetría entre nuestras economías. Y tiene que haber un trato especial y diferenciado de los más grandes a las economías menos desarrolladas. Nos ha llevado a que desde hace unos meses hayamos aprobado un fondo de convergencia estructural. En un principio de US$100 millones anuales, de los cuales US$97 millones los aporta Argentina y Brasil, US$2 millones los aporta Uruguay y US$1 millón Paraguay. La distribución es prácticamente inversa porque apunta exactamente al desarrollo de las zonas más deprimidas, al fomento de las cadenas de valor, a generar procesos productivos en las regiones.

– ¿No se puede poner en práctica dentro de casa lo que se critica a los de fuera?

Ese es un punto muy importante y es un tema que hace unos días estuvimos discutiendo con la unión Europea. Justamente dábamos como ejemplo el trato diferenciado que damos hacia dentro del MERCOSUR y en nuestras relaciones con los socios. Igualmente, en los tratados de libre comercio con Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela, hemos dado un trato diferenciado.

– ¿Cómo se debe repartir el pastel de la globalización?

Una globalización que favorezca sólo a los que son grandes y desarrollados, nosotros no la queremos. Nosotros queremos tener relaciones maduras con Estados Unidos y con los países del NAFTA. No de sumisión. Si ellos quieren que nosotros liberalicemos como hemos liberalizado en Argentina, que dejen de subsidiar a sus productores, que dejen que los que somos más competitivos podamos acceder a sus mercados. No es que no queramos la integración americana, el libre comercio en América, lo que no queremos es que esto sea desigual. Todo para los que tienen y nada para aquellos que tenemos que recomponer nuestras instituciones.

– ¿Estamos aprendiendo algo los latinoamericanos?

No te quepa la menor duda y a un costo muy grande de desigualdades, marginación de dramas familiares, pasar hambre, en quedarse en muchos aspectos como en el siglo XVIII. Quienes asumimos roles dirigenciales en nuestros países no podemos mirar solamente la parte que está bien, tenemos que mirarlo todo. El presidente Kishner nos dice siempre que no olvidemos que Argentina no ha salido de la crisis, si olvidamos eso podemos volver a tener el mismo toque mercantilista que nos daba el neoliberalismo. Debemos tener en cuenta a la gente de carne y hueso, con sus problemas y sus virtudes.

HAITÍ PARA LOS LATINOAMERICANOS

El último encuentro del Grupo de Río, celebrado recientemente en Bariloche, produjo como uno de sus acuerdos más importantes que el pueblo haitiano necesita a los países latinoamericanos.

Y es que, como asegura el embajador Aníbal Gabriel Gutiérrez, jefe del gabinete del canciller argentino, los latinoamericanos no pueden esperar que vengan de fuera a imponer fórmulas. Con un estilo más humanizado de caminar hacia la integración América Latina ha sentido la necesidad de tornar la mirada hacia este pueblo hermano.

«En todos los acuerdos multilaterales nosotros hemos asumido el compromiso de plantear a Haití como un problema de Latinoamérica en particular, pero también de toda la comunidad internacional en general. Este es un problema del que nos tenemos que ocupar todos. El caso de Haití es para nosotros una obsesión, pero para la región es una oportunidad».

Según el embajador Gutiérrez, la solución de Haití requiere de tres elementos: tiempo, recursos y administración. «En la reunión que sostuvimos en la cancillería dominicana encontramos mucha coincidencia en el análisis, en el diagnóstico y en cómo tenemos que seguir avanzando para ayudar al pueblo haitiano».

La República de Argentina también ha puesto su granito de arena de manera directa. Tiene 600 efectivos de cascos azules, más un hospital reubicable que está en Puerto Príncipe.

«Tenemos muchos proyectos de cooperación desarrollándose. Uno de ellos es el Pro Huerta, que se lleva a cabo en el marco de nuestro fondo de cooperación horizontal. El objetivo es, vía voluntarios, incentivar la instalación de huertas comunitarias. Este proyecto, que ya lo tenemos bastante probado en Argentina, puede llevarle alimento a un millón de personas».

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