Hacerse: de la vista gorda/ de la vista larga

Hacerse: de la vista gorda/ de la vista larga

Uno escucha, escribe y pronuncia cosas. Las siente. Las cree oportunas. Y ya. Nos pertenecen y hacemos uso de ellas, a diestra y siniestra.

Me pasa con muchas palabras y con muchas locuciones. A veces las creemos únicas y nuestras, hasta que nos sorprende algún empleo diferente.

Desde atrás, creí que la expresión “hacerse de la vista larga” era única y nada más.  Sin embargo, podemos tropezar con aproximaciones: hacerse de “la vista gorda” y hasta de “la vista corta”. ¿Por cuál forma te decidirías? Naturalmente, por la que esté en uso en el lenguaje asimilado en tu medio, con el que “naciste”, con el que te vio crecer y te dotó de un vocabulario, de una forma de decir las cosas, que te dotó del énfasis para subrayar tus peculiaridades.

Ahora mismo pienso: si el uso asimilado entre nosotros es de la “vista corta”, de la “vista gorda” o de la “vista larga”.

Realmente, no alcancé temprano las diferentes formas, ni nada me inquietaba. No discriminaba las variantes que podían existir y si algunas diferencias semánticas marcaban distancias entre ellas o yo mismo lo creía o lo marcaba.

Alguna vez acudí al DRAE (Diccionario de la Real Academia Española). Bajo o dentro del artículo /vista/ se incluye: hacer: se  de la vista corta, un verbo de la segunda conjugación, y explica: “corto de vista”: miope. Locución adjetiva; que se usa también como locución sustantiva (p. 1568), vigésima segunda edición, año 2001).

Más adelante, en un concierto de Danny Rivera, después de su regreso desde España a Puerto Rico, al principio de la época de los años setenta, en un intercambio con el público, dijo, en relación con los problemas políticos y sociales en su Borinquen bienamado: “Y nos hacemos de la vista larga”.

El “Diccionario de Americanismos”, publicado por la Asociación de Academias de la Lengua Española (AALE), 2010, edición de Word Color Perú, S. A., se ofrece la significación de hacerse de la “vista gorda”, como locución verbal, similar al significado de la persona que no se “entera” de algo que deberá castigar, o sea, “darse cuenta” de algo, bueno o malo y hacerse como que eso no ha sucedido.

“Vista gorda” se recoge en aquel lexicón de Americanismos mencionado arriba; y afirma que se usa en: Costa Rica, Panamá, El Salvador, Cuba, República Dominicana y Méjico.

Además Ecuador, Perú, Bolivia, Paraguay  y Colombia.

El escritor William James nos dejó dicho que “el arte de ser sabio consiste en saber a qué se le puede hacer la vista gorda”.

En ocasiones alguien evita saludarnos, por lo cual pensamos que se ha hecho de la “vista larga”, cuando deberíamos decir que se ha hecho de la “vista corta”, dado que “este defecto de la vista, conocido por miopía, tiene menos posibilidad de ver a distancia”.

Un gran pensador, Georg Christoph  Lishtenberg dijo: “El amor es ciego, pero el matrimonio le restaura la vista”.

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