Casi todos los que hacen ejercicio y por supuesto los corredores, siempre han creído (erróneamente) que más es mejor; que hacer unos cuantos kilómetros de más de los que ya teníamos incluidos en el plan serían buenos para estar en forma; o que entrenar a mayor intensidad de la que tuviéramos señalada sería mejor para el rendimiento de nuestras piernas, obteniendo así, más resistencia y ritmo.
Como ya sabemos todos y hemos aprendido en el trabajo extra no solo no nos aporta más resistencia, ni mejores ritmos, sino que acumular más kilómetros de los planificados por nuestro entrenador, solo suman cansancio añadido a nuestras fatigadas piernas y nos reduce las posibilidades de obtener la marca deseada.
Está más que demostrado que el hacer ejercicio y ser una persona activa, reduce el riesgo de padecer enfermedades relacionadas con el corazón, la tensión y similares, el sedentarismo, por el contrario contribuye, de manera muy acusada, a incrementar los riesgos de sufrir alguna de estas enfermedades.
Si entrenas una hora al día, y luego te pasas sentado trabajando 10 horas cada día, habrás reducido la efectividad del entreno a prácticamente nada
Un estudio publicado hace ya años por la Clínica Mayo, afirma que estar sentado mucho tiempo, afecta de manera negativa a nuestro estado de forma, ¡aunque entrenes duro! Según un equipo de investigadores de la Universidad de Texas Southwest Medical Center y en un artículo publicado por el portal El Confidencial cada hora que pasemos sentados, anula aproximadamente el ocho por ciento de la ganancia que hayamos obtenido en nuestra hora de entrenamiento. Así que si entrenas una hora al día, y luego te pasas sentado trabajando 10 horas cada día, habrás reducido la efectividad del entreno a prácticamente nada; habrás perdido de hecho el 80% de los
Si el ejercicio que realizas es de una intensidad moderada, entonces pierdes aproximadamente un 16% de los beneficios obtenidos por cada hora que pases sentado. Las mujeres obtienen más beneficios por cada hora de ejercicio, pero también pierden más por cada hora que pasan sentadas.
Por ello, es imprescindible mantenerse relativamente activos, incluso mientras se está sentado, acostumbrándose a realizar pequeños ‘gestos’ que nos ayuden a no perder las ganancias obtenidas con el ejercicio realizado. Así, es conveniente subir y sobre todo bajar las escaleras de la oficina y de casa, habituarse a estar de pie mientras se habla por teléfono, caminar en tu despacho mientras piensas.
Debes acostumbrarte a en el peor de los casos, obligarte a levantarte de tu asiento al menos cinco minutos de cada hora que estés sentado, ir al baño, a por un vaso de agua para estar bien hidratado, cualquier excusa es buena para que te actives de cuando en cuando y permanezcas sentado el menor tiempo posible.
Y mientras estás sentado trabajando, seguro que puedes realizar estiramientos y movimientos de las piernas que te ayuden a mantenerte en relativo movimiento.