El año que viene nos aprestamos a conmemorar dos siglos del nacimiento del Padre de la Patria Juan Pablo Duarte.
Las instituciones deben empezar a planificar este significativo aniversario y una de las primeras medidas que debe tomar el nuevo Gobierno que se instale el 16 de agosto debe ser elegir la comisión oficial que tendrá a su cargo la organización de los festejos.
Y es que el patricio encarna la persona de más altos méritos que ha dado nuestro suelo. Él fue el ideólogo de nuestra independencia y para eso formó la sociedad secreta La Trinitaria, el 16 de julio de 1838, que bajo el lema Dios, Patria y Libertad, liberó al país de la dominación haitiana el 27 de febrero de 1844.
Integrantes de La Trinitaria fueron Juan Isidro Pérez, Pedro Alejandro Pina, Jacinto de la Concha, Félix María Ruiz, José María Serra, Benito González, Felipe Alfau y Juan Nepomuceno Ravelo. Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella, quienes forman con Duarte los Padres de la Patria, se unirían más tarde.
Para luchar por la independencia, el patricio también fundó otras dos entidades, La Dramática y La Filantrópica.
Nació el 26 de enero de 1813, en la ciudad de Santo Domingo, fue el cuarto hijo de Juan José Duarte Rodríguez y de Manuela Diez, quien era nativa de El Seibo.
Su vida. Duarte fue un niño normal, que creció en el seno de un hogar, que recibió sus primeras enseñanzas de su madre y luego asistió a la escuela de párvulos y más tarde a la primaria y normal. Ayudó a sus padres en los negocios que tenían de ventas de efectos de ferretería.
Cuando llegó a la juventud sus padres lo enviaron a España para completar su formación académica y en ese país, al que lo unían fuertes lazos de sangre, pues su abuela materna era de allí, fue donde empezó a sentir el compromiso con la causa de la independencia de esta parte de la isla.
Ya de regreso, no solamente se dedicó a luchar por la causa independentista, sino que, además, puso al servicio de la causa sus bienes e involucró a su familia en ella.
Cuando se produjo el grito de independencia, el 27 de febrero de 1844 Duarte no se encontraba en el país, pero regresó pocos días después; y aunque se le quiso nombrar Presidente de la naciente República, declinó. A él se le debe la redacción de la primera Constitución.
Luego entra en contradicción con Pedro Santana, quien gobernaba el país quien lo declara junto a otros patriotas traidor a la Patria y lo envía con su familia al exilio. Aun que volvió luego y ostentó algunos cargos, murió en Caracas, el 15 de julio de 1876.
Sus restos. Fueron trasladados a suelo dominicano en 1884. En el año 1944 sus restos, junto a los de Sánchez y Mella fueron llevados al Altar de la Patria, un mausoleo erigido en el Parque Independencia, lugar que se ha convertido en un santuario donde se le rinden honores.
A Juan Pablo Duarte se le considera un modelo y su pensamiento ha servido de inspiración para muchos sectores de la sociedad.
Reconocimiento. En su honor ha sido nombrada una de las principales avenidas de Santo Domingo; el pico más alto de la Cordillera Central; una de nuestras principales autopistas, una provincia del país y el edificio de oficinas gubernamentales de Santo Domingo.
Asimismo, hay numerosos parques que llevan su nombre, avenidas, escuelas y otras instituciones.
También existe el Instituto Duartiano que se ocupa de difundir el pensamiento del Patricio, que funciona en la casa donde vivió, convertida en museo, que está localizada en la Zona Colonial de Santo Domingo.
En el exterior se le rinde honor. En Nueva York hay un parque y el tramo de una avenida con su nombre.