¿Hacia dónde  puede llevarnos
el asunto de las Encuestas?

¿Hacia dónde  puede llevarnos<BR>el asunto de las Encuestas?

RAFAEL ACEVEDO
Paralelamente a las denuncias, que nadie consciente cuestiona, sobre corrupción y uso de fondos públicos, el PRD y el PRSC llevan una campaña dedicada a hacer creer a su militancia y a una minoría de indecisos: que existe “una conspiración de firmas encuestadoras: Penn & Schoen, Greenberg de los USA, Noxa-CIES de España, y Gallup, con los directores y dueños de  Hoy, Diario Libre y Clave. Lo cual sería un caso único y extraordinario, fuera de toda consideración razonable.

A contrapelo de los resultados de varias rondas de estas encuestas, estos partidos insisten en algo aparentemente carente de sentido, y debemos preguntarnos cuáles son sus propósitos y sus consecuencias.

No parece factible que con esa táctica puedan quitarle votos al partido de gobierno, el cual tiene la manera para defenderlos. Si es como las referidas encuestadoras han dicho, entonces el argumento de la trama de las encuestas sólo serviría para asegurar la retención de financiadores y de sus parciales, pero con otras consecuencias:

 a) que sus parciales no hagan el esfuerzo necesario para cerrar la brecha que los separa del PLD, y b), que pongan en el ánimo de sus partidarios la creencia de que asisten a  un proceso electoral que necesariamente desembocaría en un fraude en las urnas.

De modo que a las dificultades que ya existen y a otras que se avecinan, la campaña opositora estaría agregando potenciales ingredientes de inestabilidad.

No es imposible que estos partidos estén a tiempo de salvar la distancia que les lleva el PLD, pero si así fuera, debería trabajarse una estrategia más realista y veraz; además, apostando a la sinceridad harían más creíbles su alegatos y moralmente más legítimos sus reclamos  frente al Gobierno, y atraerían así a muchos ciudadanos que ciertamente están disgustados con sus ejecutorias y desmanes oficialistas.

Una pregunta necesaria: Si las cosas siguen como aparentemente están, ¿qué les dirán ellos a sus seguidores la noche del 16 de mayo, si el veredicto de la JCE confirmase, como es hasta ahora probable que ocurra, los “pronósticos” de las encuestas acreditadas? ¿Les dirán que sencillamente se equivocaron, después de tanto énfasis y tanta insistencia en la “conspiración de las encuestas”? ¿O los mandarán a las calles a defender su supuesto triunfo electoral? ¡Que el Señor los ilumine! Porque: “Dura cosa te es dar coces contra el aguijón” (Hechos, 9.5).

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