¿Hacia dónde se dirige la economía
mundial en el año 2005?

¿Hacia dónde se dirige la economía <BR>mundial en el año 2005?

POR ADOLFO MARTÍ GUTIÉRREZ
La dinámica del sistema económico global en los últimos años ha estado basada en la interacción entre el ahorro de los países asiáticos y el consumo de los Estados Unidos. Por ello, de los elementos que pesarán mucho en la economía mundial de 2005, se encuentra la insuficiente creación de empleos y los crecientes déficit récords fiscal y comercial estadounidense, que han devaluado al dólar sustancialmente.

Los mercados financieros mundiales parecieron casi ignorar por mucho tiempo la velocidad con que aumentaban esos desequilibrios externos. Pero ahora, que los reportes sobre el déficit comercial y de cuenta corriente registran magnitudes históricas, no se sabe a ciencia cierta si el impacto de esos elementos podrá ser una ventaja para la región, al hacer más baratos los productos «Made in USA» y permitir aumentar las exportaciones.

La consecuencia que ha tenido el comportamiento de la economía mundial de la última década ha provocado una gran acumulación de reservas en Asia (que ha adquirido aproximadamente una tercera parte del total de bonos del Tesoro), al mismo tiempo que ha originado un enorme y creciente déficit externo en Estados Unidos, que ha llegado representar el 5.7% del Producto Interno Bruto (PIB). Igualmente, una década de deflación en Japón ha propiciado la intervención histórica de su Banco Central, en un esfuerzo por detener la apreciación del yen con tal de reactivar su economía interna. Por su parte, China ha mantenido su tipo de cambio fijo a un nivel considerado artificialmente alto, con tal de estimular sus exportaciones y sostener su acelerado ritmo de expansión. Así, deprimiendo en forma artificial el valor de sus monedas, la región asiática ha llegado a acumular el 63% de las reservas internacionales del mundo. De esa manera Estados Unidos ha obtenido el financiamiento para su elevado nivel de consumo.

CRECIMIENTO ECONÓMICO MUNDIAL

Según el Banco Mundial, la economía mundial crecerá a un ritmo ligeramente más lento en 2005 y las regiones con un comercio abierto se expandirán con mayor rapidez que las áreas donde persisten barreras locales. En el estudio titulado «Perspectivas económicas mundiales 2005», el banco dijo que prevé que la economía global crezca 3.2% en 2005 y 2006. Dijo que el este de Asia, liderado por China, superaría a otras regiones. China crecería 8.8% en 2004, y su ritmo se desaceleraría a 7.8% en 2005 y a 7.0% en 2006 «en respuesta al esfuerzo del gobierno de evitar el recalentamiento económico». Las economías de Rusia y de los países productores de petróleo de Oriente Medio y de África del norte, beneficiarios de los altos precios del crudo, se expandirían a un ritmo casi igual en 2005, en la medida en la que desciendan los precios del petróleo.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) también señala que el crecimiento económico a nivel mundial continuará firme en 2005, pronosticándose una tasa promedio del 4%. La economía mundial creció un 4.8% en 2004, la mayor expansión desde hace 20 años. Pero en 2005 se estima vuelva a desacelerarse ya que las alzas de las tasas de interés comenzarían a hacerse sentir y los elevados precios del crudo podrían afectar la actividad económica.

Sin dudas, el índice de crecimiento de la producción mundial se debe al estímulo de Estados Unidos, el Reino Unido y Japón, dentro del Grupo de los 7. Al parecer, la estrella ha sido Japón, donde el crecimiento probablemente alcance el 4.4% en 2004, pero Inglaterra y la zona euro también se expanden más rápido de lo esperado. Y, si bien el PIB alemán aumentó un 1.7% en 2004, Francia, Alemania e Italia, están debilitando el promedio de crecimiento de la zona regida por el euro y lo coloca por debajo del ritmo mundial. Por ello, se prevé que en el área del euro se producirán índices modestos de crecimiento que no van a mejorar el mercado laboral de manera significativa. Los avances que se produzcan se deberán más bien a la fortaleza con que crezcan las exportaciones que compensarían los efectos negativos del alza en los precios del petróleo.

Actualmente, los elevados precios del crudo podrían ayudar a desacelerar el crecimiento global a un ritmo más sostenible, pero con la actual política fiscal y monetaria estadounidense, el riesgo es que el crecimiento no se desacelere lo suficiente y surjan presiones inflacionarias. Los pronósticos más recientes indican que los precios del crudo se mantendrán alrededor de los 40 dólares/barril en 2005 y continuarán por encima de los 30 dólares durante los próximos dos años.

TASAS DE INTERÉS Y DÉFICIT GEMELOS

La economía estadounidense, con mucho la mayor del mundo, termina el año 2004 con un comportamiento entre aceptable y bueno, sin los vaivenes desconcertantes que experimentó en los tres años anteriores, pero con expectativas incumplidas. Para todo el año la mayor parte de los organismos internacionales esperan un crecimiento de entre 3.5% y 4%. Precisamente debido al sostenido ritmo económico y la inflación bajo control (pese al alza de más de un 30% en el precio del petróleo), el Banco de la Reserva Federal (FED) puso fin a su política de crédito fácil y elevó la tasa de interés en cinco ocasiones, hasta 2.25%, cifra que sigue siendo tan baja que es igual a cero si se tiene en cuenta que la inflación anda por ahí, o es superior. El alza del precio del dinero no sólo no disminuyó el gasto de los consumidores (que generan el 70% del PIB), sino que éste aumentó en un 5.1% en el tercer trimestre, el mayor incremento desde 2001. También subió la confianza de los consumidores hasta situarse en 102 puntos en diciembre.

El aumento por parte de la FED de la tasa directriz de intereses del país no fue de ninguna sorpresa. La pregunta ahora es si la FED va a mantener esos niveles o lo van a seguir subiendo hasta el 4%. Esta es la quinta ocasión consecutiva en la que la FED sube el interés, luego de bajarlo 11 veces seguidas desde 2001 hasta llevarlo al nivel casi simbólico del 1%, el más bajo desde 1958. Se piensa que esta política de la FED funcionó bien y fue decisiva para salir de la recesión y emprender el repunte económico. Pero ahora todo se complica, pues es más fácil bajar el interés que subirlo, sobre todo cuando el crecimiento económico camina de forma vacilante y deja en su rastro dudas sin respuestas.

Algo que mueve a optimismo en 2005 es la reducción del déficit comercial norteamericano. Esto se debe a que la debilidad del dólar hizo más atractivas las exportaciones de EU y desestimuló las importaciones, que resultaron más caras, a lo que ayudó también la ligera baja del precio del crudo. El país compró mucho más de lo que le vendió al mundo, pero mantiene un saldo deficitario récord de casi 500,000 millones de dólares. Cuánto más importante es el déficit comercial, más aumenta la deuda del país con el extranjero. Y para reducir este déficit, es necesario que el dólar baje o que las tasas de interés aumenten para atraer inversores.

El otro «déficit gemelo» viene definido por la parte fiscal. El presupuesto de la nación una vez más no cuadró, agravado por los incrementados gastos militares, la guerra en Irak y otros rubros. Aún recibiendo menores ingresos por concepto de impuestos, el presidente George W. Bush insiste en que su política ayuda al crecimiento económico. Las proyecciones del Congreso estadounidense sugieren que el presidente tendrá que adoptar medidas radicales si quiere cumplir con su promesa de reducir a la mitad el creciente déficit presupuestario en cinco años. De acuerdo a la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO en inglés), el déficit caerá de 3.6% del ingreso nacional en 2004 (un récord de US$422 mil millones) a 2.1% en un quinquenio. Pero llegará a US$348,000 millones en el año fiscal 2005, y crecerá conforme el Congreso cubra los costos de la guerra. La CBO estima que el déficit acumulado en la década hasta 2014 será de US$2,294 billones, un alza respecto de los US$2.01 billones que estimó en marzo. Además, supone que no habrá aumentos reales en el gasto discrecional en la próxima década. El desequilibrio podría ser mayor si se renuevan los recortes tributarios implementados por Bush en 2001 y 2003.

LOS PELIGROS

Entre los efectos más visibles de éstos «déficit gemelos» figura la caída del dólar. Sumida en una lenta depreciación desde el inicio del año 2004, la moneda estadounidense aceleró bruscamente su caída tras las elecciones del 2 de noviembre. Un informe presentado por el FMI, en el cual analiza la situación fiscal estadounidense, advierte que una devaluación desordenada del dólar frente a otras monedas conllevaría un impacto negativo en la economía mundial. Este descenso del valor del dólar ha complicado las políticas económicas aplicadas por los bancos centrales de la zona euro y de Japón. Se ha explicado que de incrementarse el problema fiscal estadounidense, las otras naciones afectadas tendrán que orientar su atención a minimizar la situación de Estados Unidos, descuidando la recuperación de sus propias economías. El déficit fiscal de EEUU (diferencia entre los ingresos y gastos del gobierno) pasó de representar un 2,5% del PIB en el ano 2000 a cerca de un 4% en 2004, unos 500,000 millones de dólares. En la economía norteamericana una baja del dólar y en las tasas de interés reales desestimulan el ahorro en esa moneda (el cual a lo interno ya es sumamente bajo), con lo que se da una expulsión de la inversión y, por consiguiente, una menor producción.

El espinoso escenario económico mundial para 2005 indica que, si bien la caída del dólar permite aumentar las exportaciones, también encarece las importaciones, sobre todo de Japón y Europa. Otra peligrosa consecuencia es que la depreciación de la divisa ahuyenta a los inversionistas que tanto necesita Washington para financiar (con dinero llegado de todo el planeta) el enorme «saldo rojo» en su balanza de pagos. Y lo grande es que, según parece, la fuerte caída del dólar tiene pocas posibilidades de invertirse en 2005, bajo el peso de los enormes déficit estadounidenses. La tendencia difícilmente cambiará, según analistas, especialmente si el déficit de cuenta corriente de Estados Unidos alcanza un nuevo récord y se reanuda la fuga de capitales.

Otra situación que plantea incertidumbre sigue siendo la creación de empleos, que mejora a cuentagotas. El empujón de octubre con la creación de 337 mil empleos tuvo como pivote la contratación de personal para reparar los daños causados por los huracanes en el sur del país. De modo que la manufactura (el sector más afectado desde 2001) podría terminar el año con mayores bríos, debido a perspectivas más favorables en los pedidos a las empresas y la contratación, aunque por otra parte el alto costo del crudo y otras materias primas presionan al alza de precios.

———

El autor es economista y profesor universitario.

E-Mail: adolfomarti@verizon.net.do

Publicaciones Relacionadas

Más leídas