La política como ciencia y como ejercicio, consta de varias dimensiones, por lo cual, el análisis político serio, siempre debe abordar la mayor cantidad de variables posibles, para tener una lectura lo más precisa de una coyuntura, evento o proceso determinado. Más allá de las disciplinas de las Ciencias Sociales, desde donde se puede analizar un proceso político, dígase la Sociología, la Economía, el Derecho, Demografía y otras, es fundamental en el análisis, valorar la incidencia de la matemática en el ejercicio político.
Los números, en diferentes formatos, juegan un papel determinante en una campaña electoral, en unas elecciones y en el ejercicio político en sentido general. El análisis permanente de estadísticas electorales, resultados, mediciones, segmentos y desplazamientos demográficos, nos permite diseñar estrategias que favorezcan los procesos de los que somos parte, de ahí, la importancia del estudio combinado de los resultados de procesos electorales pasados y los informes de las encuestas que se van realizando durante el año preelectoral y el tiempo de campaña.
Si trabajas campañas electorales, el monitoreo y análisis desapasionado de los números te ayudan a entender la posición de un candidato en el tablero electoral de un momento determinado, así como también te sirve para identificar las tendencias de las diferentes campañas de los partidos en competencia. Lo anterior, siempre teniendo a mano como hemos dicho, los resultados de las últimas elecciones, dado que estos te permiten proyectar un posible nivel de abstención y participación, los márgenes de votos nulos y observados, con todas estas informaciones, estarás en condiciones de recrear un mapa electoral con diversos escenarios posibles de las próximas elecciones.
En el país se han publicado diversas encuestas en los últimos meses, pero sin duda alguna, la más esperada y controversial ha sido la GALLUP Dominicana, esto por el prestigio acumulado durante décadas de trabajo en los procesos electorales de nuestra media isla. La misma según su ficha técnica fue realizada en todas las regiones del país proporcionalmente, levantada entre los días 1 y 5 de abril del presente año, trabajada sobre una muestra de 1,200 entrevistas cara a cara, con un margen de error, según sus técnicos de 2.8% hacia arriba o hacia abajo. Dicha encuesta arroja una gran cantidad de informaciones valiosas para el análisis político, sin embargo, a los fines de este artículo sólo abordaremos la intención de voto en el nivel presidencial para las elecciones de 2024.
Según Gallup, ante la pregunta ¿si las elecciones presidenciales fueran hoy día, por cuál de estos candidatos votarías? dando como resultado que para la muestra total de 1,200 encuestados, Luis Abinader alcanzaría 48.3%, Leonel Fernández por su parte conseguiría 25.9% y Abel Martínez obtendría 18.2%. En la parte de LIKELY VOTERS, esta es la totalidad de los que respondieron que seguro votaran en las próximas elecciones. según la ficha técnica estos fueron unas 820 personas de los 1,200), en este escenario: Luis Abinader registraría 53.3%, Leonel Fernández 26.1% y Abel Martínez 16.1% respectivamente.
Cuando la Gallup hace la misma pregunta, pero referida a los partidos políticos de estos tres candidatos. Los resultados para la muestra total de 1,200 consultados, el 49.1% votaría por el PRM, 22.2% por la FP, y 15.5% por el PLD. Según los mismos gráficos, pero filtrando por los 820, que dijeron que van a votar o que probablemente votarán en 2024, el 54.1% votaría por el PRM, 23.0% por la FP y 14.7% por el PLD.
Al analizar los resultados de una encuesta, debemos tener presente que, las mediciones no son predicciones a futuro, sino más bien registran la realidad del momento en que fueron realizadas. También es necesario valorar que las opiniones no son votos, son solo intenciones que dependiendo el desarrollo de los acontecimientos en el lapsus entre la encuesta y el día de las elecciones, podrían mantenerse o cambiar en una dirección u otra. Igual, para establecer alguna tendencia se hace imperante buscar un punto de comparación, una encuesta anterior y/o resultados de otras elecciones.
En esta ocasión, vamos a cruzar los resultados de la encuesta con los resultados de las elecciones presidenciales del 2020 como punto de referencia, para analizar hacía dónde van los números. Según los datos definitivos del conteo electoral emitido por la Junta Central Electoral, para el nivel presidencial, con una votación de unos 4,029,886 que representó un 58% del total de inscritos para votar, los cuales eran poco menos de 7 millones de personas. De esta votación el presidente Luis Abinader obtuvo el 52.52 %, Gonzalo Castillo el 37.46 % y Leonel Fernández el 8,90%. En este mismo boletín de la Junta Central Electoral, nos encontramos con que de partido a partido el PRM obtuvo el 48,70%, el PLD el 32,97% y la FP el 5,69%.
Partiendo pues de los resultados de julio de 2020 hasta la publicación de la Gallup de abril de 2023, observamos que, como partido, el PRM parte de un 48,70% en las elecciones, a promediar un 51.6%, según el informe de Gallup, lo que refleja un ligero crecimiento de 2.9%, el PLD que viene de obtener el 32,97%, según Gallup promedia 15,1% para una caída de 17,87%, puntos porcentuales al día de hoy. Así mismo, la FP que en el último certamen electoral alcanzó el 5.69% de los votos, Gallup le otorga en promedio 22,6%, para un crecimiento de unos 16.91% en la preferencia del electorado nacional.
Cuando contrastamos en términos particulares a los candidatos con sus porcentajes tenemos que, el presidente Luis Abinader, que ganó las elecciones pasadas con un 52,52%, en esta medición promedia un 50.8%, demostrando una muy conveniente estabilidad en la preferencia de la gente. Si colocamos en comparación los porcentajes obtenidos por Gonzalo castillo en 2020, con un 37.46%, con el promedio de los porcentajes que la Gallup le asigna a Abel Martínez, nos encontramos con un promedio de 17.15%, lo que muestra una lejana distancia de poco más de 20%. Si vemos los número obtenidos por el ex presidente Leonel Fernández en 2020, tenemos que de 8.90%, pasa a promediar un 26% en la preferencia para la presidencia en 2024, con un crecimiento de 17.1% con relación a la última votación.
Esta es una de las formas de poner los números en contexto, darle sentido con relación a un punto de partida, que les permita a los estrategas y técnicos medir estabilidad, descenso y ascenso en las mediciones y por ende en la intención de voto de la gente. Los números sin contexto, sin un punto de referencia carecen de sentido práctico para los equipos de campaña, para los analistas y estrategas. Las emocionalidades y el cacareo debe ser una dimensión exclusiva de la fanaticada, el que está en política debe mínimamente hacer un ejercicio lógico y serio de comprensión de las estadísticas en relación con la realidad.